Los problemas financieros concentran una de las peticiones más comunes entre los creyentes; bien sea para saldar una deuda, ahorrar, hacer alguna adquisición realmente necesaria o conseguir empleo. La fe con la cual se hagan las oraciones puede ser ‘trascendental’ para recibir los favores esperados, siendo inciertos los planes de Dios.
Sin embargo, el no contar con recursos o verlos cada vez más limitados se convierte en un ‘dolor de cabeza’, siendo algo que afecta tanto a nivel individual como en familia, más allá del número de integrantes. Esto se agudiza cuando, por más intentos de mejorar la situación, pasa el tiempo sin cambios.
Las dificultades económicas suelen estar acompañadas de angustia, soledad y temor sobre cuánto tiempo más se enfrentará el mismo panorama. Es ahí cuando los devotos buscan aumentar su fe y entregan la esperanza al Ser Supremo y los santos de mayor afinidad para que figuren como intercesores.
La siguiente plegaria fue escrita por Martha Rojas y divulgada en el portal Unidos en Oración.
Oración para salir de deudas
Bendito Padre, hoy te ofrezco mi oración y te doy las gracias por haberme dado la oportunidad de despertar en un nuevo día junto a mi familia, un día más para poder disfrutar de tus bendiciones, afrontar nuevas pruebas, atravesar desafíos y sobre todo fortalecer mi espíritu con tu inmenso amor.
Mi amado Señor, en esta oportunidad vengo a pedir tu socorro, porque me encuentro atravesando duros momentos de angustia y preocupación, siento que no encuentro la salida a tantos problemas y me veo sumido en la desesperación.
Hoy clamo tu nombre para que puedas obrar en mí tu sagrada voluntad, para que puedas oír mis súplicas y puedas darme de tu misericordia, porque mis pruebas son grandes y temo no poder salir de ellas sin tu ayuda, mi Señor.
Mi fe en ti es infinita, y confío en que me darás de tu apoyo, de tu ayuda para poder librarme de estos angustiantes momentos. Tú nos has dicho, bendito Dios, que mientras estemos contigo nada nos faltará, y que a quien pida, se le dará y yo sé que eres un padre justo, un padre que cumple sus promesas.