Veintiocho de junio de 1982. Campeonato Mundial de Fútbol en España; hace pocos años terminó la dictadura. En Monserrat, cerca de Barcelona, hay un hermoso hotel donde está concentrada la selección polaca, aquella de los inolvidables Lato, Boniek y Mlynarczyk. Los dueños del hotel son vascos, antiguos militantes de la ETA que estuvieron en la cárcel pero que ahora se dedican a una nueva vida con su próspera actividad hotelera. Carlos, uno de los vascos, 'el hombre solo', ha recibido una solicitud desesperada de 'la organización', que se encuentra muy golpeada: esconder una semana a Jone y Jon, la pareja de terroristas de la ETA más buscados en ese momento y por los cuales se ofrecen tres millones de pesetas. "Si no les ayudamos les van a estampar en la pared como a moscas". ¿Qué hacer? Sería sólo una semana: "Recordemos los viejos tiempos y vivamos una semana muy intensa". Los compañeros de Carlos no saben nada, él los ha puesto en peligro sin consultarlos. Al principio las cosas marchan bien: Polonia ha goleado a Bélgica y en el hotel todo es euforia: Boniek ha sido comprado por la Juventus y hay optimismo en el partido contra Rusia. Jone y Jon están muy seguros en el sótano de la panadería (Carlos hace el delicioso pan del hotel). Pero la semana se ha alargado demasiado, se volvió 'dos y media' y 'la organización' no se manifiesta. Y empiezan los errores. Jone se ha dejado ver con su revólver por Pascal, un impredecible niño de cuatro años, hijo de Laura y Ugarte, los socios de Carlos. Sin ninguna razón la vigilancia policial se triplica: parece que, además, ha habido un soplón. Y encima las voces interiores de Carlos se han despertado. Una es la 'Rata', su mala conciencia: "La Rata se burlaba y ponía al descubierto la verdad que él se resistía a aceptar. Naturalmente, las consecuencias del incidente con Pascal podían ser graves". La otra voz es Sabino, su instructor militar, ya muerto, que es optimista pero implacable: "Un activista puede ser detenido cuando menos lo espera... En esos casos la seguridad exige que la cadena se rompa allí mismo". La policía no sabe nada concreto, pero sabe mucho. "Están cerca, pero no saben cómo jugar la última carta". Los personajes, de uno y otro lado, han entrado en el reino del miedo, donde las horas están contadas y se mira el mundo de una manera muy especial. En el reino del miedo, como en el de la literatura, el tiempo transcurre de otra manera. Por eso para el lector también han empezado los cinco días más largos e intensos que pueda imaginar. En una vida, por corta que sea, hay espacio para lo que queramos. Entonces los cinco días alcanzarán para todo. Para entender lo inútil de la lucha revolucionaria, para amar a varias mujeres, para la amistad, para reconciliarse con un hermano que se creía en el polo opuesto, para encontrarse con el pasado, para entender la terca vanidad de los hombres: "Hace poco vi en la televisión un programa sobre las costumbres de los hombres del paleolítico... Según parece aquellas personas de hace 40.000 años se tomaban enormes trabajos para conseguir unos moluscos llamados Nassa reticulata. ¿Y sabe para qué los necesitaban? _¿Para comer?, le dijo Danuta..._ Bueno, en eso consiste lo fundamental de la historia. En que no necesitaban los moluscos para comer sino para hacerse collares. Padecían frío, se agotaban, probablemente ponían su vida en peligro, y todo lo hacían para satisfacer un capricho, por una frivolidad, para adornarse". Carlos sigue esperando; ha trazado un minucioso plan de fuga. Los lobos y los zorros saben muchas cosas. El erizo, la definitiva y fundamental. n Novedades Juan Arias Fernando Savater El arte de vivir Planeta, 1999 204 páginas $ 24.900 El periodista Juan Arias había realizado un excelente libro de entrevistas a José Saramago. Ahora lo hace con Fernando Savater. Las zozobras del nuevo milenio, la crisis de la identidad del hombre, el fin de las guerras, la España y la Europa de hoy, la familia y la educación de los hijos son algunos de los temas que ocupan los diálogos entre Savater y Juan Arias. "Pienso que el problema de nuestra época no es la pérdida de valores sino la proliferación de los mismos... La idea de que la máquina tenga que estar encendida porque uno está apagado es lo que estamos viendo a nuestro alrededor; gente que tiene algo encendido porque está desenchufada... A mí el discurso ecológico que afirma que el hombre se tiene que someter a los derechos de la naturaleza me parece absurdo". El pensamiento de Savater es estimulante porque se niega a los lugares comunes: siempre está buscando el ángulo distinto o ridículo de los problemas humanos para mirarlos de otra manera, para encontrar posibles alternativas. Es un pensamiento antidogmático. Y, a diferencia de muchos intelectuales 'serios', no le tiene miedo a abordar los asuntos cotidianos del hombre contemporáneo, "el cuerpo a cuerpo con la realidad". María Cristina Massini La liberación a traves de la bioenergetica IM Editores, 1999 285 páginas $ 27.000 La bioenergética es una técnica creada por Alexander Lowen, médico siquiatra y discípulo de Wilhem Reich, uno de los más brillantes y cercanos al círculo de Sigmund Freud, de quien se separó para orientarse hacia el estudio de los bloqueos energéticos que aparecían en el cuerpo. Esta disciplina sicológica se basa en las corrientes de energía existentes en el cuerpo. Intenta demostrar cómo ciertos traumas mentales, originados generalmente en la niñez, pueden bloquear las vías de energía en el cuerpo y cómo, a través de ejercicios físicos especiales combinados con terapia verbal, se llega al autoconocimiento y a la resolución de estos conflictos para tener una vida más sana. En el reino del miedo el tiempo transcurre de otra manera