La religión es un aspecto que ha estado presente en la sociedad desde tiempos antiguos. A partir de esta, tanto la espiritualidad, como la fe del ser humano, se puede ver fortalecida gracias a ciertos rituales o actos que dan paso a que se atraigan beneficios dentro de la vida diaria, incluyendo aspectos como la prosperidad, la felicidad o la plenitud.
Durante el tiempo reciente han surgido distintos cultos nuevos, los cuales han permitido a los creyentes expandir su religión, sin embargo, la gran mayoría de estas resguarda la estructura usual, siendo liderada por una deidad que también se ve reforzada por la devoción de sus creyentes a ciertas escrituras que se consideran como sagradas.
En el caso de la religión católica y cristiana, siendo estas las que recogen un mayor volumen de creyentes a nivel global, son sostenidas a partir de la creencia en Dios y la Biblia, considerada como un conjunto de libros canónicos, los cuales narran a través de ciertas parábolas, las vivencias de Dios desde tiempos antiguos, así como también el rol de este frente a sus feligreses.
Estas escrituras también establecen algunos elementos o figuras secundarias de culto, las cuales también pueden recibir una gran devoción por parte de los religiosos, incluyendo vírgenes, ángeles o arcángeles.
En lo referente de manera puntual a los arcángeles, estos son los encargados de proteger al ser humano, especialmente frente a algunos riesgos generales; entre estos se pueden encontrar, Miguel, Jofiel, Chamuel, Gabriel, Rafael, Uriel y Zadkiel.
Estos protegen al ser humano, dependiendo del día de la semana en la que hayan nacido, en el caso concreto del Arcángel Uriel, protege a los nacidos durante los días viernes, recibiendo gran devoción por parte de aquellos que buscan protección.
Con el fin de pedir por estos fines, se pueden realizar distintas oraciones, las cuales fortalecen este tipo de creencias de manera puntual, la realización de este tipo de actos, deben realizarse con devoción y fe, con el fin de que se puedan atraer distintos beneficios para la vida.
De esta manera, se recomienda realizar esta oración diariamente, en especial durante los viernes, con el fin de honrar a este arcángel.
¿Cuál es esta oración?
Poderoso arcángel Uriel, tú conoces nuestras intenciones, sabes que actuamos acorde con nuestra conciencia, siempre obrando sin dañar a las demás personas; conoces de los peligros que enfrentamos día a día, necesitamos de tu protección permanente de los riesgos que nos rodean, de los abusadores, de quienes desean el mal.
Impide que lleguen a nosotros sus ataques, asimismo, aléjanos de las tentaciones y guarda nuestro corazón de sentimientos contrarios a nuestra fe. Sujétanos en tus manos y no nos dejes ir por malos caminos, envía ángeles a protegernos de cualquier peligro; ponemos nuestra esperanza que cuidarás de nosotros, tu flama purificadora alejará toda asechanza en contra nuestra.
Nuestra lucha la enfrentamos con las armas que tú nos has dado, ayúdanos a saber cómo y cuándo actuar cuando peleamos nuestras batallas; no obstante, enséñanos a amar a nuestros enemigos, a orar por ellos y resistir el mal en tu poderoso nombre.
Sin duda, confiamos que Dios te enviará a guardar nuestros caminos, porque así está escrito: “A sus ángeles mandará cerca de ti”, pido tu cuidado amoroso para mis hijos. Tú eres la influencia más poderosa en sus vidas, por lo que te solicito siempre los rodees de tu presencia y seguridad.
Sé que tus cuidados por mis hijos siempre serán mayores a los míos: envuélvelos con tu sagrada llama oro rubí, para que ninguna fuerza oscura de tinieblas pueda acercárseles, cuídalos de cualquier peligro dentro y fuera de la casa, pon a tus ángeles en los lugares que transiten, listos para actuar a su favor, no permitas que el mal se acerque, cultiva en ellos el amor a Dios y una conciencia clara, que su fe vaya cada día en aumento y que nunca desfallezcan.
Que crezcan como personas de bien, justas y sabias en sus decisiones, guárdalos de cualquier tentación y de aquellos que quieran desviarlos; auxílialos cuando acudan a ti en sus tribulaciones, cuando invoquen tu nombre, pues tú eres su refugio y sanador. Dios todopoderoso, permite que el arcángel Uriel nos custodie, siendo el principal entre tus ángeles, ponga escudos en nuestro derredor.
Con tu destello de luz, arcángel Uriel, guíanos en el desierto, cuídanos, protégenos y que nadie nos dañe; del mismo modo, líbranos de espíritus malignos, de pestes y mortandad, hermoso Uriel, sé luz de protección en este mundo, aleja toda mala influencia, perversidad y espíritu de contrariedad. Finalmente, cúbrenos con tus alas y haz prevalecer la justicia, que la iniquidad, mentira y violencia sean consumidas y reine la paz sobre todos los habitantes del planeta. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.