A veces, sumergidos como estamos en la inmediatez, olvidamos que los ciclos de gestación de las películas son largos, y que lo que hoy llega a nuestras pantallas lo pensaron, escribieron, desarrollaron y grabaron (o filmaron, cada vez en menos casos) hace bastante tiempo. Si pensamos así los filmes, no como una instantánea del presente, sino de lo que sucedía hace un par de años, podríamos concluir que estamos ante la primera camada de Hollywood que dialoga directamente con la elección de Donald Trump, con el clima de polarización y el resurgimiento de fuerzas reaccionarias, beligerantes y alérgicas a la diversidad. Así, El infiltrado del Ku Klux Klan, la película de Spike Lee nominada a seis premios, llegó a las manos del productor Jordan Peele un mes después de la investidura de Donald Trump, en febrero de 2017. Y en reacción a este contexto el guion se hizo más incisivo, con un humor más rabioso y un mayor sentido de urgencia, como señaló un artículo de The Guardian. Con esta, cuatro películas nominadas en la categoría principal están ligadas a temas de minorías (con Roma, Green Book y Pantera Negra). Es posible leer eso como una respuesta tanto al rechazo a los inmigrantes no europeos característico de la administración Trump como a la campaña de #OscarsSoWhite de 2015 y 2016, que criticaba –antes del nuevo presidente– la falta de variedad del certamen. Entre los nominados sí hay una novedad ligada al presente más inmediato: el reconocimiento múltiple a Roma, extraordinario por tratarse de una película muy personal, en blanco y negro, y hablada en español y mixteca. Pero la liga a la coyuntura otra cosa: la compró Netflix, la plataforma virtual de películas y series, que la estrenó en salas de Estados Unidos tres semanas antes de lanzarla online (para que las consideren en los premios, las películas deben haber sido proyectadas comercialmente en Los Ángeles por lo menos durante una semana). En Colombia también hubo un preestreno de una semana en un circuito alternativo. Pero su ausencia en las grandes cadenas deja ver que están lejos de solucionarse las tensiones entre los servicios de streaming, que privilegian la comodidad de sus millones de suscriptores, y la proyección en salas, acostumbradas a una ventana de por lo menos 90 días entre el estreno en salas y en internet. Así, este año la ceremonia de los Óscar vuelve a ser una reflexión sobre la calidad, el glamur y el prestigio de la industria audiovisual que ha colonizado medio mundo, y además sobre temas más amplios y complejos. Como cada año, hacemos nuestros pronósticos. Le puede interesar: Estas son las películas nominadas a los 91 Premios Óscar Mejor película: Roma Nuestra especulación: ganadora de los Globos de Oro, el premio gremial de los directores y de la academia inglesa (Bafta), la película de Alfonso Cuarón llega con todo el impulso a los Óscar. Esta recreación minuciosa de la infancia del mismo Cuarón en Ciudad de México de los años setenta es un ejercicio arriesgado, empático y complejo. En él se entrecruzan las vidas de una familia de clase media, la de la empleada de servicio que vive y trabaja con ellos, y una serie de sucesos claves en la historia del país. En un momento en el que los migrantes de México y Centroamérica son perseguidos con especial intensidad en Estados Unidos, sería un rechazo a esa visión del mundo que proyecta en estas personas, raras veces representadas en cine, una amenaza inminente. Otros nominados: El infiltrado del Ku Klux Klan, La favorita, Vice, Nace una estrella, Green Book, Bohemian Rhapsody y Pantera Negra. Posible sorpresa: Green Book, reconocida en los premios de productores, por ofrecer una visión más tranquilizadora y positiva de la posible evolución de las tensiones raciales. * Mejor director: Alfonso Cuarón, por Roma
Nuestra especulación: el premio para Cuarón continuaría la racha mexicana desde el año pasado (cuando Guillermo del Toro ganó por La forma del agua) y más allá (Alejandro González Iñárritu ganó en 2015 con Birdman y en 2014 con El renacido; y el mismo Cuarón, en 2013, con Gravedad). Sería el reconocimiento a un proyecto personal, complejo, que visibiliza un sector de la población normalmente ignorado y realizado con una extraordinaria atención al detalle. Otros nominados: Spike Lee, por El infiltrado del Ku Klux Klan; Yorgos Lanthimos, por La favorita; Adam McKay, por Vice, y Pawel Pawlikowski, por Guerra Fría. Posible sorpresa: Yorgos Lanthimos, que en La favorita logra darle un giro perverso a los tradicionales dramas de época, que, en tiempos menos convulsionados, solían arrasar con los Óscar. * Mejor actriz principal: Glenn Close, por La esposa
Nuestra especulación: a pesar de ser uno de los rostros icónicos del Hollywood contemporáneo, Glenn Close no ha ganado un Óscar en su carrera (esta es su séptima nominación). Su trabajo controlado y emotivo como la esposa de un escritor famoso a quien acompaña a recibir el Premio Nobel condensa, como pocas este año, la idea de que ya no es posible tolerar las injusticias que habían llegado a ser consideradas normales. Tras haber ganado premios gremiales y el Globo de Oro, su triunfo parece asegurado. Otras nominadas: Olivia Colman, por La favorita; Lady Gaga, por Nace una estrella; Yalitza Aparicio, por Roma, y Melissa McCarthy, por Can You Ever Forgive Me? Posible sorpresa: Olivia Colman, quien, como la reina Anne en La favorita, transmite una combinación poco común de furia, inmadurez y patetismo. * Mejor actor principal: Rami Malek, por Bohemian Rhapsody
Nuestra especulación: Malek se transformó radicalmente para imitar a Freddie Mercury, y no hay nada que guste más en los premios actorales que esos cambios tan vistosos. Tras haber ganado el premio del gremio de actores, los Bafta y los Globos de Oro, también parece tener asegurada la victoria. Otros nominados: Christian Bale, por Vice; Bradley Cooper, por Nace una estrella; Viggo Mortensen, por Green Book, y Willem Dafoe por Van Gogh en la puerta de la eternidad. Posible sorpresa: Christian Bale, quien, al igual que Malek, sufrió una transformación radical para encarnar a una figura histórica: Dick Cheney, el vicepresidente de George W. Bush. * Mejor actriz de reparto: Regina King, por If Beale Street Could Talk
Nuestra especulación: la adaptación de Sean Baker de la novela de James Baldwin retrata la experiencia afro urbana, que oscila entre lo lírico y lo dramático, y el papel de King, controlado y emotivo, resulta fundamental ahí. Además, el premio reconocería una carrera de más de 30 años desarrollada principalmente en televisión. Otras nominadas: Rachel Weisz y Emma Stone, por La favorita; Marina de Tavira, por Roma, y Amy Adams, por Vice. Posible sorpresa: Amy Adams, que, a pesar de la variedad y riesgo de los papeles que asume, aún no ha recibido un premio de la Academia. * Mejor actor de reparto: Mahershala Ali, por Green Book
Nuestra especulación: su papel de un pianista clásico que recorre el sur con un chofer de ascendencia italiana significaría el segundo premio seguido para Ali en esta categoría. Galardonado por el gremio de actores, los Bafta y los Globos de Oro, parece tratarse de otra categoría decidida de antemano. Otros nominados: Richard E. Grant, por Can You Ever Forgive Me?; Adam Driver, por El infiltrado del Ku Klux Klan; Sam Elliot, por Nace una estrella, y Sam Rockwell, por Vice. Posible sorpresa: Richard E. Grant, una figura icónica del cine inglés en una carrera de más de 30 años. Le sugerimos: Los Oscar sacan categorías esenciales de su transmisión y los cineastas responden indignados Otros premios
Mejor guion original: First Reformed, de Paul Schrader, por una historia que supera las expectativas usuales de Hollywood y, a la vez, como un reconocimiento a una de las figuras claves del nuevo Hollywood de los setenta. Mejor guion adaptado: La balada de Buster Scruggs, de Ethan y Joel Coen, por su reinterpretación de los mitos del Oeste que alterna entre lo heroico y lo grotesco. Mejor documental: RBG, de Betsy West y Julie Cohen, que hace un retrato juicioso de la jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg. Mejor película extranjera: Shoplifters, de Hirokazu Koreeda, que pinta con emotividad una familia de pequeños ladrones. Mejor película animada: Spider-Man: un nuevo universo, de Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman, que se aproxima al conocido superhéroe con una imaginación exuberante.