Colombia soñó por más de un mes con conquistar un Oscar. El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, cosechó tantos éxitos en los últimos meses que era una de las favoritas para quedarse con la estatuilla a mejor película extranjera. Sin embargo, este domingo el sueño se esfumó y el film húngaro Son of Saul, dirigido por László Nemes, le arrebató el galardón.Las buenas noticias no llegaron de la mano de Sofía Vergara, que anunció el ganador. Son of Saul se impuso ante la colombiana; A War, de Tobias Lindholm (Dinamarca); Mustang, de Deniz Gamze (Francia); y Theeb, de Naji Abu Nowar (Jordania)."En las horas más oscuras de la humanidad, podemos tener una voz interna que nos permita seguir siendo humanos. Esa es la esperanza de esta película", dijo su director, al agradecer el premio.Aunque el país desembarcó en el Teatro Dolby con toda la ilusión de hacer historia y traerse la preciada estatuilla, El Abrazo de la Serpiente no la tenía fácil. Son of Saul marcó el debut del húngaro Lázló Nemes y tocó fibras sensibles para la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas: el holocausto naziDesde que se conoció la nominación, el nombre de Ciro Guerra ha resonado con más fuerza que nunca. Pero si el director colombiano se hubiera salido con la suya, la cinta habría sido una especie de ofrenda anónima colectiva."Voy a ser muy franco aquí, voy a hablar de lo único en lo que creo que fallé", dijo Guerra el sábado en el simposio de candidatas a mejor película en lengua extranjera. "Esta película no se suponía que iba a tener créditos. Esta película se suponía que iba a ser una película anónima en cierto modo... como un regalo colectivo para el mundo. Realmente soñé que fuera así".No cabe duda, Ciro Guerra le abrió las puertas al cine colombiano y abonó un camino que había sido inexplorado. Sí, El abrazo de la serpiente se llevó el premio Art Cinema Award en Cannes, pero Son of Saul se llevó el Grand Prix, máximo reconocimiento del Festival.Quizás el mayor efecto de estos dos reconocimientos en Cannes es el número de personas que han congregado en las salas de cine. Más gente ha visto la cinta húngara que la colombiana. Si se comparan las visitas del público en páginas especializadas, la húngara triplica a la colombiana en número de calificaciones tanto en IMDB.com como en FilmAffinity.com. Eso sí, la de Ciro Guerra tiene una mejor calificación promedio en ambos portales. Por primera vez una película nacional estuvo en carrera por una estatuilla. Ahora queda seguir las huellas de un producto cinematográfico que brilló por la calidad y que tuvo al país en vilo y con ganas de más. No será fácil, es un salto que los directores tienen que dar para que la industria nacional de cine florezca.Indígenas convertidos en actores ocasionales, la selva virgen y las culturas desconocidas de la Amazonía fueron los grandes protagonistas de este film y la alfombra roja. Antonio Bolívar, de 70 años, y uno de los 60 sobrevivientes del grupo indígena ocaina, llevó el orgullo de su cultura a la gala. Respetó los protocolos de la ceremonia pero no perdió su esensia, lució el tradicional traje y lo combinó con un collar de diente de cocodrilo."Estoy satisfecho porque estamos mostrando un tesoro indígena que es muy valioso y si no mostramos, pues, nadie nos va a conocer. No nos van a apreciar", dijo Bolívar a la agencia AP. "La naturaleza es vida para nosotros, sin naturaleza no hay vida, porque la madre naturaleza y la selva y el agua la tierra el aire todo nos da vida".El film se quedó sin el Oscar, pero marcó un hito en Hollywood. El abrazo de la serpiente merece lo que ha ganado hasta ahora y el reconocimiento que alcanzó con la nominación al Oscar.El guion, la fotografía, las actuaciones y la realización, alcanzan un nivel asombroso e inédito en una producción nacional. Precisamente la experiencia que ofrece permite dejarse llevar, olvidando su origen."Con elegancia, inteligencia y un paso sosegado, esta película teje su propio hechizo, acercándonos a la complejidad de la selva y al tiempo espiral que a veces nos visita en sueños", reseño Manuel Kalmanovitz sobre el film. Colombia fue protagonista en la edición 88 de los premios Oscar. Aunque la cinta que puso a soñar al país no abrazó la estatuilla, puso de moda la calidad de cine que se está haciendo. Fueron días excepcionales que abren el interés y llenan de ilusión para que vengan más.