Esta semana quienes visiten el tradicional barrio Getsemaní se llevarán una gran sorpresa. En sus paredes podrán encontrar al Joe Arroyo, las tortugas marinas, bandejas de frutas, barcos, gaviotas, entre muchas otras imágenes. Esta explosión de arte en las calles se hizo realidad en el Primer Festival Internacional de Arte Urbano “Ciudad Mural” que se realizó en la Ciudad Amurallada del 3 al 7 de diciembre y que reunió a importantes artistas urbanos del mundo con 20 grafiteros cartageneros para darle una nueva vida al barrio en donde la mayoría de turistas va a rumbear.
La idea está inspirada en otros movimientos culturales del mundo que han logrado que las comunidades se apropien del espacio público. Algo similar a lo que pasó esta semana en Getsemaní, sucedió por ejemplo en Wynwood, un barrio en Miami. En 2009, la capital de la Florida invitó a los mejores artistas del mundo del grafitti a pintar sus paredes. “La abundante oferta de bodegas en Wynwood, todas sin ventanas, serán mis lienzos gigantes para traer el mejor callejero jamás visto en un solo lugar” , dijo en ese momento Tony Goldman, artistas y urbanista que le cambió la cara a ese lugar. Así, este lugar, que antes era asociado más a problemas de delincuencia, hoy es un símbolo mundial del arte urbano.
Con base en esa experiencia, el artista Alejandro Cárdenas, quien dirige la empresa Vertigo Grafiti, decidió convocar a grafiteros del mundo y del caribe para que a través del color y el arte los cartageneros se enamoren de Getsemaní. “Queremos crear una ruta de murales que puedan disfrutar los turistas y transformar lugares que hoy están en mal estado o abandonados para que los cartageneros puedan apropiarse de ellos”, señala Cárdenas. El artista agrega que buscar recuperar el valor cultural que tiene Getsemaní para La Heroica y darle más valor a ese patrimonio intangible que tiene la ciudad.
El Festival fue apoyado por la Alcaldía de Cartagena, Marca País, Proexport, Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena y la Embajada de Suiza, entre otras entidades. Los organizadores del festival escogieron entre cientos de bocetos las imágenes que más se ajustaban a la tradición del barrio y luego más de 45 artistas, nacionales e internacionales, los estamparon en los muros. Cárdenas ha trabajado desde 2008 con el fin “lograr que el graffiti colombiano sea protagonista en las nuevas tendencias mundiales de este género y que, sobretodo, se enmarque como una expresión artística de alto impacto social”. Para él estas expresiones son “un testimonio que motiva a los jóvenes para que insistan en la sincera y honrosa profesión de artista urbano”.