Para las personas creyentes en alguna religión, rezar es importante a la hora de conectarse con la deidad de su religión. Este acto es la manera de conectarse espiritualmente con las creencias y así sentir un apoyo especial.
En el caso de quienes profesan el catolicismo, acudir a misa es uno de los actos fundamentales en sus creencias, por el hecho que es la forma de recibir las enseñanzas de Dios para ponerlas en marcha durante los días.
Adicionalmente, esos mensajes religiosos pueden adaptarse con el rezo diario. Hay gente que lo hace justo al levantarse, otros al almorzar o quienes quedan en manos de Dios antes de dormir.
La oración es un medio para la comunicación entre los creyentes y Dios. Su propósito principal es mantener la conexión con los cielos, recordando que en el credo se afirma que las personas son hijos e hijas de la deidad, lo cual hace que la vida en la tierra tenga un propósito que va más allá de lo terrenal y humano.
Ahora bien, ¿Qué dicen las sagradas escrituras respecto a las oraciones? Para responder aquella cuestión, hay que tener en cuenta que la vida de Jesucristo está plasmada en los evangelios de la Biblia. Entre la diversidad de acontecimientos y enseñanzas, hay unas particulares que hablan sobre el valor de la oración.
Mateo 6: 5 - 6
Jesús enseñó a sus discípulos a orar. Dijo que algunas personas oran sólo para que otros los vean orar, y enseñó que debemos decir nuestras oraciones personales en un lugar donde podamos estar solos, si es posible.
Mateo 6: 7 - 8
Dijo que algunas personas dicen las mismas palabras una y otra vez cuando oran, sin pensar realmente en lo que están diciendo. Jesús dijo que debemos orar sinceramente por lo que necesitamos.
Mateo 6:9–13
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo 21: 21 - 22
Respondiendo Jesús, les dijo: de cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Juan 16:23
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
Santiago 4:8
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Mateo 7:7-9
Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra?