Algunos textos bíblicos se asocian con situaciones que enfrenta el mundo hoy en día, pese a que las publicaciones se hayan hecho hace miles de años. En la creencia católica y cristiana, los líderes espirituales basan sus predicaciones en lo plasmado en las sagradas escrituras.
Uno de los temas que la Biblia hace mención, en más de un apartado, es sobre el matrimonio e infidelidad. Una de las alusiones está en el libro del Éxodo y condensado entre los diez mandamientos en el capítulo 20 y versículo 5 y 14.
“Yo soy el Señor, tu Dios. Dios celoso que castiga la maldad de tus padres que me odian en sus hijos, nietos y bisnietos; pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos”.
En concreto, el versículo 14 reza: “no cometas adulterio”. Y en el 17: “no codicies la casa de tu prójimo, no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno ni nada que le pertenezca”.
Respecto al divorcio, San Mateo en su capítulo 19 refiere a una enseñanza de Jesús al ser interrogado por los fariseos sobre si esa acción estaba permitida. En el versículo 4 está inscrito lo siguiente:
“¿No han leído ustedes en la escritura que el que los creó en el principio ‘hombre y mujer los creó‘? Y dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa y los dos serán como una sola persona. Así que ya no son dos sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido‘”, respondió Jesús.
En el versículo 9, según la Biblia, Jesús añadió: “Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser por motivo de inmoralidad sexual, y se casa con otra, comete adulterio”.