Los cultos religiosos son parte de los elementos más importantes en la vida del ser humano y los consideran una parte clave en el desenvolvimiento de su día a día.
A partir de esto, es clave recalcar que dentro de cada religión existen ciertos elementos claros a resaltar, como lo pueden ser deidades, o escrituras sagradas, a partir de las cuales se pueden reconocer ciertas puntualidades y características concretas a la hora de practicar dichas creencias.
Un ejemplo de este tipo de escrituras es la Biblia, reconocida como un conjunto de libros considerados como canónicos, a través de las cuales se ven plasmadas distintas vivencias y obras realizadas por Dios, así como también, su papel en la sociedad frente a sus creyentes.
Sin embargo, dentro de dichos escritos, es importante poder resaltar la presencia de otras figuras de culto, las cuales también reciben cierta devoción por parte de los feligreses, quienes les encomiendan la realización de algunos milagros o acciones beneficiosas para la vida.
Dentro de estas, es necesario mencionar con gran énfasis, el papel de la Virgen María, una figura religiosa que posee una gran devoción e importancia por parte de los creyentes, especialmente a la hora de orar.
Muchos creyentes consideran que es vital orarle a la Virgen María de forma diaria, sin embargo, es importante resaltar que existen distintas oraciones para demostrar la devoción hacia este tipo de figuras en concreto.
Entre las recomendaciones más usuales, se encuentra el realizar estas oraciones durante la mañana y la noche, especialmente con agradecimiento por un nuevo día, sin embargo, entre estos rezos recomendados resalta uno de manera concreta, que según conocedores de la religión, puede resultar altamente eficaz.
¿Cuál es esta oración?
“Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco todo a ti, en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilízame como instrumento y posesión tuya, Amén”.
De esta forma, se recomienda realizar estos rezos de manera constante, especialmente de forma sincera y pura, con el fin de que esta conexión entre el creyente, y esta figura de culto pueda ser positiva, permitiendo una mejor espiritualidad y fe para el ser humano dentro de estos ejes.