A día de hoy, incluso con el paso de los años, y los cambios que se han presentado en la sociedad y en diferentes culturas, la religión sigue formando una parte clave para los seres humanos en sus actividades diarias, encomendándose a muchas figuras pertenecientes a estos cultos, con el fin de buscar apoyo u otros beneficios para su día a día.
Dentro de estas creencias y cultos existen distintas costumbres, actos o rituales, los cuales pueden variar con el paso del tiempo, sin embargo, es clave considerar la forma en que estos cambian con los años y, a su vez, los efectos que se pueden presentar en la vida cotidiana a partir de su realización.
Gran parte de estos actos que potencian la creencia se ven comprendidos dentro de la Biblia, o incluso durante la celebración de misas o distintas festividades puntuales y esenciales para la religión.
Una de estas es el aporte en el diezmo, que es entregado durante dichas celebraciones; este es reconocido desde tiempos antiguos, siendo considerado como una donación del 10 % de las ganancias del ser humano a la iglesia de Dios.
El cambio del diezmo con el paso de los años
Cabe aclarar que, al igual que muchas otras, con el paso de los años esta práctica ha cambiado de muchas maneras. Para poder comprender esta transición, se debe considerar en primer lugar que el diezmo previamente era considerado casi como una obligación, o también reconocido como parte de la ley de Dios.
Sin embargo, este dinero u ofrenda no podía ser entregado sin mayor peso, ya que en la Biblia se menciona que este debe considerar una conexión espiritual con Dios, como es considerado en estas escrituras durante bastantes pasajes, al ver que muchas poblaciones eran castigadas por entregar este diezmo sin realizar dicha conexión de principios religiosos.
En muchas culturas o circunstancias, el dar este diezmo no suele ser considerado como una práctica altruista, ya que muchas personas que lo realizan esperan a cambio una bendición o un beneficio religioso puntual para su día a día.
Sin embargo, este acto debe responder a un obsequio hacia la religión, sin buscar nada a cambio, puesto que esto no dependerá de esta acción, como se explica en la Biblia durante Mateo 6:33, donde se cita de manera textual que:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Con el tiempo, esta práctica ha variado altamente, ya no es dada por ley, sino por principio, y no suele corresponder al 10 % de las ganancias, sino a un aporte voluntario que puede presentar distintas variaciones.
De tal manera, se puede considerar que el diezmo puede permitir el recibir una bendición, por lo que en caso de no ser entregado, se estaría privando de dichos beneficios y aportes, sin embargo, es clave respetar los principios de este acto establecidos en la Biblia, asegurando que esta acción no debe realizarse esperando algo a cambio de manera obligatoria, permitiendo, por el contrario, fortalecer la fe y el espíritu.