Contrario a lo que se podría imaginar, el mundo del crimen ha tenido una estrecha conexión con las creencias religiosas que hacen parte de la fe Católica.
Por esta razón hay diferentes historias sobre peligrosos delincuentes que durante su vida en el delito pidieron con devoción la protección de diferentes santos. De hecho, existen varios relatos sobre el credo en un santo que protege a los criminales, como es el caso de la virgen de los sicarios.
Pablo Emilio Escobar Gaviria, el temido narcotraficante que integró el Cartel de Medellín, también fue un criminal que tenía sus ritos y creencias religiosas, a las que se encomendaba cuando realizaba actividades ilegales.
El capo del Cartel de Medellín, autor de una de las épocas más dolorosas en historia de Colombia, frecuentemente pedía el favor de su santo, el Niño de Atocha, figura religiosa que le acompañó durante su vida y al que siempre le mostró una profunda devoción.
¿Cuál es el origen del Santo Niño de Atocha?
El culto al Santo Niño de Atocha no proviene de Antioquia, pues su origen se remonta siglos atrás en la población de Plateros, México, zona donde se estableció la comunidad católica dedicada al Santo Cristo de los Plateros a finales del siglo XVII. En dicho lugar los colonos españoles veneraban con fervor a la Virgen de Atocha y especialmente a una imagen de su Niño Divino.
Con el paso de los años, surgieron nuevas figuras religiosas que eran protagonizadas por la imagen del Divino Niño de Atocha, esto causó que ese santo cobrará una mayor influencia al considerarse figura milagrosa.
Esto causó que se encontraran devotos hacia el Santo Niño de Atocha en una amplia parte del territorio mexicano, especialmente en Zacatecas, Chiapas, Aguascalientes y San Luis Potosí. Pero con el paso de los años la fe hacia este santo se extendió por toda América Latina.
El carácter de figura milagrosa del Niño de Atocha proviene de leyendas de la España medieval, durante la ocupación musulmana. Existe el relato de un niño, con ropajes de peregrino y con la Concha de Santiago, que le brindaba ayuda a los prisioneros cristianos a sobrevivir.
Debido a que en ese entonces solo los menores de 12 años podían estar cerca de una cárcel, se piensa que el pequeño llevaba alimentos a los presos. Esa creencia causó que la imagen del niño obtuviera una reputación de figura milagrosa y auxiliadora.
¿De dónde surgió la fe de Pablo Escobar por el Santo Niño de Atocha?
Pese a que el santo tiene una conexión con los presos o delincuentes, la devoción de Pablo Escobar hacia el Niño de Atocha proviene de la influencia de su madre, Hermilda de los Dolores Gaviria Berrío. Por lo tanto, fue la señora Hermilda quien le inculcó a Escobar la fe hacia ese santo.
De acuerdo con un artículo publicado por la revista Rolling Stone, el cual fue recogido en una publicación del portal web de La Nación, la madre de Pablo Escobar tenía una fuerte fe hacia el Niño de Atocha porque creía que ese santo obró milagrosamente al salvarle la vida de un atentado.