No es necesario esperar a que termine el año para ponerse nuevas metas y querer un nuevo comienzo. Cada día puede ser perfecto para dejar losa errores y las malas decisiones atrás. Muchas veces las personas viven en el pasado y se olvidan del presente.
Todos los días es posible cambiar y transformarse. Independientemente de lo que se haya sido en el pasado, este quedó atrás y solo queda ver hacia adelante para seguir y para no volver a cometer las mismas equivocaciones.
Se puede llegar a pensar que Dios no va a perdonar, pero esto no tiene nada de verdad, pues Él es capaz de perdonar y dejarlo todo atrás. Cuando se piense que no se tiene el perdón, que las cosas no van a mejorar, lo ideal es sentarse a hablar con el Señor, rogarle y pedirle ayuda para seguir de su mano el largo camino de la vida. Otra forma de hablar es a través de los textos bíblicos.
Relatos bíblicos para renovarse y volver a empezar
2 Corintios 5
“16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”.
Apocalipsis 21
“1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más
. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.