Título original: Le retour du héros
País: Francia
Director: Laurent Tirard
Guion: Laurent Tirard, Grégoire Vigneron
Actores: Jean Dujardin, Mélanie Laurent
Duración: 90 min
Calificación: 3 estrellas
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No sé si será por haber visto por primera vez al actor Jean Dujardin en El artista (2011), pero cada vez que lo vuelvo a encontrar no dejo de pensar en los actores de otras épocas, en los Clark Gable o Errol Flynn, que transmitían una sensación muy particular de fuerza y control, de encanto natural, que casi no se ve en el cine actual.
Especulando, diría que la desaparición de estrellas como ellos está relacionada con un cambio en las ideas de masculinidad, que ha tomado impulso desde por lo menos mediados del siglo pasado; de manera que estos hombres competentes sin ningún esfuerzo, monumentales y a la vez ligeros y leves, solo resultan creíbles hoy en día en tono de comedia, como un apunte irónico sobre la idealización y la fanfarronería que eran fundamentales en su encanto.
Y la idealización es central en El regreso del héroe, una cinta que sabe aprovechar hábilmente ese aire de destreza anticuado que proyectan estos íconos, y Dujardin, para darle un par de giros cómicos e ingeniosos.
En principio, la historia podría ser la de una de esas novelas inglesas del siglo XIX, de muchachas aristócratas entretenidas y angustiadas por la pregunta de con quién casarse, si acaso había con quién. La familia Beaugrand sufre estas dudas, vive en una mansión campestre y tiene dos hijas: la menor y más enamoradiza, Pauline (Noémie Merlant), y la mayor y más realista, Elisabeth (Mélanie Laurent).
La enamoradiza suspira por el engreído capitán Charles-Grégoire Neuville (Dujardin), que, antes de irse a pelear contra Prusia, pide su mano y promete escribir. Elisabeth, que no gusta de él, ve todo el asunto con desconfianza, pero ante los suspiros y el enamoramiento no hay nada que hacer.
Los malos presentimientos resultan ciertos, y el capitán, tras su partida, no escribe ni una línea. La enamoradiza se debilita, pierde las ganas de vivir y, para remediarlo, la mayor decide suplantar al capitán en cartas que describen una vida de aventura y gallardía, con viajes a tierras lejanas (Puducherry, en la India) y peripecias dignas de un folletín por entregas.
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Cuando unos años después el capitán reaparece vuelto un vagabundo barbudo y apestoso, la fama de sus andanzas se ha extendido por todo el pueblo, así que él decide salir de la barba y transformarse en el héroe retratado en las cartas apócrifas. Acá es cuando la película despliega su inteligencia, mostrando cómo las interacciones humanas están condicionadas profundamente por las historias que contamos unos de otros.
“Somos lo que el mundo hace de nosotros”, dice el capitán a Elisabeth cuando decide regresar, uniformado y galante, a la casa de los Beaugrand. “Si me tratan como un vagabundo, soy un vagabundo. Cuando soy bienvenido, soy agradable y presentable”.
Eso desata una comedia incisiva –que, de paso, también recuerda las comedias de estafadores del Hollywood clásico– con preguntas sobre la identidad, el peso de las creencias y la buena fe, y lo que implica para un pillo ser considerado un hombre honorable por quienes lo rodean.
CARTELERA
La viuda - 1 estrella
Melodrama incoherente del veterano Neil Jordan sobre los peligros de ser amables con desconocidos.
X-men: Dark Phoenix - 3 estrellas
Adición a la saga de X-Men situada en el pasado, cuando una mutante indestructible es alterada por una poderosa fuerza del espacio exterior.
Tolkien - 2½ estrellas
Biografía del autor de El señor de los anillos, que detalla su juventud y su experiencia en la Primera Guerra Mundial.
Con el viento - 3 estrellas
Un generador eólico en una granja autosuficiente sirve para recordarnos, en esta película suiza, la disyuntiva existencial que vive actualmente la humanidad.