MISHIMA YUKIO "El pabellón de oro" Barcelona: Seix Barral Biblioteca Breve, 1985 244 págs. El primer libro de una serie de traducciones de Yukio Mishima (cuyo verdadero nombre era Himikate Hiraoka) es un verdadero éxito. En forma de novela, podría considerarse como un tratado de estética ya que la belleza es su tema central.

El joven Mizoguchi sufre un proceso sicológico interno cuyo punto de partida radica en la inseguridad y en la falta de comunicación con el mundo externo, producido por su tartamudez. Desde pequeño se convierte en una especie de tirano, como reacción a la burla que sus compañeros hacen de él. Poco a poco e inducido por su padre, el Pabellón de Oro se le convierte en una obsesión. Pero, al morir aquel, va a estudiar allí para convertirse en "bonzo" (monje budista). Al principio acepta su destino con agrado, pero poco a poco su relación con el templo va adquiriendo las connotaciones de una relación amorosa. Se dan entonces las etapas consabidas de admiración, de amor, de pasión, al igual que entre dos seres humanos, hasta la ruptura porque uno de los dos se siente rechazado --en este caso Mizoguchi--. Cuando el joven se siente inferior al Pabellón de Oro, nace en él la idea de incendiario como unica posibilidad de seguir viviendo y, al tomar la decisión, el protagonista se libera: roba lirios del templo para su amigo Kashiwagi y finalmente logra perder la virginidad sin que la imagen de su obsesión se interponga en el acto sexual.

La sicología de Mizoguchi empieza a revelarse al lector en el momento que la muchacha--su amor platónico--Uiko es asesinada por su amante y luego con la muerte del padre del protagonista, ante la cual no siente nada y realiza su impotencia afectiva. De otra parte, el planteamiento de la concepción estética aparece en términos distintos a los tradicionales: "Cuando se concentra el espiritu sobre la belleza, uno cae sin darse cuenta sobre lo más negro que hay en el mundo en materia de ideas tenebrosas" (p.48), dice Mizoguchi, ante lo cual se plantea la idea de su amigo Kashiwagi: "Cuando lo conocí mejor, supe que la belleza duradera lo horrorizaba. El no amaba más que lo que se evapora en un instante: la música, los ornamentos de flores que se marchitan en unos días, detestaba la arquitectura, la literatura". Para Mizoguchi, la belleza era duradera, formaba parte de la estética tradicional, mientras que para su amigo, ésta era inútil y no debía dejar rastro--como la música una vez salida del cuerpo--. El dilema filosófico se plantea entre los dos jóvenes e influye mucho en los cambios que se van operando en el primero. El mal es otro de los aspectos presentes a lo largo de toda la obra: cuando Mizoguchi accede a pisotear el vientre de una mujer embarazada obligado por un soldado americano armado, siente un gran placer, y luego, al robar las flores del templo para su amigo malévolo; en ambas ocasiones se pregunta si el mal es posible y además, si es posible gozar con él. Por otro lado, el libro expone también teorías sobre la naturaleza del hombre; cuando Mizoguchi se relaciona con un alma bondadosa en el seminario, Tsurukawa dice: "¡¿Qué hay de inhumano en considerar al hombre con su corteza y su médula sin hacer distinción entre lo defuera y lo de dentro, como se hace con las rosas?! ¡Ah, si solamente se pudiera mostrar el anverso del espíritu y de la carne, darle la vuelta delicadamente como hacen los pétalos de la rosa y exponerlos al sol y a la brisa de la primavera. . . !" . También se expone la bajeza de la naturaleza humana, la cual está en constante contradicción con lo que en ella hay de bondad. En cuanto a la traducción, es excelente, pese a ciertos errores de conjugaciones. "El pabellón de oro" es una novela muy importante, no sólo por su contenido, sino por haber sido escrita por uno de los vanguardistas de la literatura japonesa en quien la guerra contribuyó a que muchos de los valores tradicionales --como el culto Zen-se confundieran con la violencia. Himikate Hiraoka se hizo el harakiri hace 15 años.--