Casi no sucede esta entrevista con la leyenda musical Robert ‘Kool’ Bell, bajista, cofundador y único integrante vivo de la formación original de Kool & the Gang, pero sucedió, porque el 15 de mayo hará mover al Movistar Arena junto con otra agrupación icónica como Village People (y su notable himno queer, que es himno global, “YMCA”). A lo largo de 60 años, su banda ha forjado un sonido inolvidable en el funk, pero también ha incursionado en otros sonidos, desde los cuales también conjuraron éxitos notables.
Temprano en la mañana de este martes lo encontramos vía Zoom en Orlando, sentado en medio de una especie de altar de su música y de su banda. Por el despliegue, le preguntamos si esa es su base, pero nos corrige, es Nueva Jersey. En Florida toca estos días y también prepara su regreso a Bogotá, 20 años después de una primera vez en los 2.600 metros de altura, que recuerda con mucho cariño. Sobre su música, su bajo, su impacto cultural, su reciente inducción al Salón de la Fama del Rock’n’Roll y lo que pueden esperar los colombianos de su presentación, en su voz (tan funky como su bajo), esto nos dijo.
SEMANA: ¿Qué le significan la música, el funk y Kool & the Gang?
Robert BELL: La música es nuestro mensaje. Kool & the Gang es mi banda, en la que he estado por más de 60 años, y ha tenido algo de jazz, algo de soul, de funk. Esta música es mi vida, significa muchísimo para mí.
SEMANA: Cuéntenos sobre los bajistas que lo moldearon.
R.B.: Cuando empezamos con los Jazziacs (así se hicieron llamar en un principio), escuchaba mucho a Ron Carter. Luego, pasamos una etapa bajo el nombre Soul Town Band, y tratábamos de sonar a lo Motown, así que toqué todas las líneas de bajo de James Jamerson y repliqué muchos de sus grooves. Y añadiría a esa lista a un bajista como Stanley Clarke. Ellos tres definen lo que yo canalizo.
SEMANA: Háblenos de su bajo, que siempre comanda la batuta en esta fiesta de Kool & the Gang. ¿Cambia mucho? ¿Cuál toca ahora?
R.B.: En estos últimos 55 años he cambiado, sin duda. Toqué un Fender Jazz, toqué un Fender Precision y también tuve uno cortico, cuyo nombre se me escapa ahora. El bajo que toco estos días es un Zon. Lo adopté luego de pasar tiempo con Joseph Zon, el hombre que lo desarrolló. Es decir, lo vengo tocando hace unos diez años.
SEMANA: ¿Qué lo caracteriza?
R.B.: Tiene un mástil angosto, y esto me sirve porque mis manos son pequeñas. El Zon, además, no se desafina jamás, y no me ha dado ningún problema. Tengo cinco de ellos, por eso digo que yo sigo “Zoneando”, “Zoneando” sigo.
¿Kool & the Gang y Village People en Bogotá? Ese es el lugar donde hay que estar, ¡vengan a fiestear con nosotros!
SEMANA: Para este show que trae a Colombia, ¿cómo arma su lista de canciones entre tantos éxitos?
R.B.: Antes que todo, quiero decir que es fantástico regresar a su país. Lo visitamos por primera vez en 2004, y fue un gran concierto. Todos mis muchachos están emocionados por ese concierto, que, además, ¡tiene a Village People! ¡Tremenda noche! ¿Kool & the Gang y Village People en Bogotá? Ese es el lugar donde hay que estar, ¡vengan a fiestear con nosotros! De nuestro lado, traemos el funk, pero también mezclamos. Por ejemplo, sumamos “Summer Madness”, que tira más hacia nuestro lado más jazz, y hay lugar para que todos mis muchachos toquen solos, mi guitarrista, mi saxofonista, mi tecladista…
SEMANA: Desde su perspectiva, ¿qué ofrece Village People?
R.B.: Hemos girado bastante, y en el centro está su música, sus muchos hits y, claro, “YMCA”. Ellos traen todo eso. Y es claro que, como dupla de bandas, nuestra intención es clara: armar una fiesta.
SEMANA: En 1994, vía Pulp Fiction, su canción “Jungle Boogie” estalló por segunda vez en su carrera. Cuéntenos de ese megahit...
R.B.: Mi hermano, que murió hace un par de años, fue el cerebro de esa canción, el compositor principal. Yo diría que el 90 por ciento de los licks duros de la banda vinieron de él. Jungle Boogie es una canción muy significativa. Cuando entramos en los años setenta, vinieron hits como Jungle Boogie, Hollywood Swingin y Funky Stuff, y en nuestro concierto tocamos esas canciones juntas, y cuando la gente las escucha no puede evitar saltar a la pista de baile a hacer lo que les nace.
SEMANA: La banda tiene un eco cultural notable, en escenarios deportivos, en bandas sonoras, en pistas de baile, ¿cómo dimensiona ese impacto?
R.B.: Ha sido un enorme éxito, del cual me siento agradecido y por el cual me siento bendecido. En los primeros días de la banda, con los integrantes iniciales nos llamábamos entre nosotros “los siete originales”. De ellos, soy el único aún aquí. Pero la banda hoy tiene músicos que me acompañan hace rato; algunos hace 20 años, otros 15 años y otros 10 años.
Volviendo a lo que mencionabas de las películas y la música, “Summer Madness” suena en Rocky. Sonamos también con “Open Sesame” en la película Saturday Night Fever, en la que John Travolta inmortalizó las pistas de baile. Esa banda sonora fue el álbum más vendido en la historia hasta que salió Thriller, de Michael Jackson. Y ya mencionaste Pulp Fiction y “Jungle Boogie”; además, en otra película con John Travolta, Be Cool, “Hollywood Swingin’” es crucial. Y hay muchos casos más…
SEMANA: Mencionó ser ese último sobreviviente de los siete originales. ¿Es duro?
R.B.: No es fácil, porque con esos originales empezamos este camino en 1960. Pero los muchachos que tengo ahora me han acompañado por décadas. Tenemos a Curtis ‘Fitz’ Williams en los teclados, lo reclutamos cuando tenía 18 años; tenemos a Shawn ‘Shawny Mac’ McQuiller en guitarra y voces, con quien tocamos hace casi 30 años, y el más joven de todos, Walt Anderson, brilló en el último álbum que hizo mi hermano, Perfect Union. Entonces, ya no somos “los siete originales”, ahora somos “los diez magníficos”. Bogotá, ¡alístate para los “los diez magníficos”! ¡Que además ahora integran el Salón de la Fama del Rock’n’Roll!
SEMANA: ¡Felicitaciones!, ¿qué les representa ese honor?
R.B.: Tomó un tiempo largo llegar, ¡pero ha sido una bendición! Cada año nos nominaban, y nada. Y bueno, yo nací en Youngstown, Ohio, cerca de Cleveland, donde está el Salón de la Fama. Y me pregunté mucho tiempo por qué no nos daban a los Kool & the Gang algo de amor. Y finalmente sucedió. El 19 de octubre iremos a Cleveland a nuestra inducción.
SEMANA: ¿Las canciones que le fascinan a la gente coinciden con las que le fascinan a usted?
R.B.: A esas tres que te mencioné de los setenta sumaría “Summer Madness”. ¡Pregúntale a Will Smith por esa canción! ¡De joven, le dio un giro y la llamó “Summertime”! Y luego se convirtió en una estrella de cine, ¿qué tal eso? Está también “Fresh”, está “Cherish”, tenemos “Get Down on It” y “Let’s Go Dancin’”. Y todas llevan a “Celebration”.
SEMANA: De la música nueva qué ha podido escuchar, ¿algo lo emociona para recomendarlo?
R.B.: Me gusta lo que Bruno Mars viene haciendo. Él me recuerda a una versión joven de Kool & the Gang. Y él nos echa flores también, con su bailado, con sus líneas de vientos, con el swing del corazón, que es muy de Kool. Ojalá algún día podamos tocar con él, ¡ojalá escuche esto!
SEMANA: ¿Algo que quiera añadir?
R.B.: Hablaría de los dos álbumes recientes; uno vino justo antes de que mi hermano falleciera, Perfect Union. Y otro tenía el sello de otra persona importante que falleció, George Brown, mi hermano de música: People Just Wanna Have Fun. Y salieron después de todo el drama del covid, en el que la gente necesitaba un poco de diversión. Estos álbumes están ahí para que los escuchen, porque en el concierto tocaremos todo lo que la gente conoce.