En la cultura occidental la personalidad más resaltante en temas religiosos es la de Jesús. Es él a quien se le han atribuido varias presentaciones; una de ellas, es la del Justo Juez. Dicho esto, es porque en la Biblia hay una parte donde Jesús fue llevado al lugar que estaba Poncio Pilato.

Cuando se encontraron los dos, la esposa de Pilatos se acerca y le dice: “No te metas con ese Justo, pues he sufrido en sueños anoche por él”. Es en ese momento cuando nace Justo Juez y, que varias hermandades lo utilizaron para referirse a Jesús.

La oración del Santo Justo Juez. | Foto: wwing

Siendo así, la oración del Santo se hace con el fin de liberarse de las malas energías, peligros y enemigos que se encuentran a su alrededor y lo único que busquen es hacer daño. También, se reza cuando va por un camino peligroso y siente que algo malo pasará.

Por tal razón, es recomendable hacer esta oración en un ambiente tranquilo y con una especie de altar. De esta forma, podrá rezar con mucha concentración, crear una conexión con Dios y poder hablar con él, así lo indica el portal religioso Yo Creo.

Oración al Justo Juez

Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María por la salud del linaje humano. Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto en la cruz por mi amor.

Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste vencedor de la muerte y del infierno. Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.

Esta oración protege a las personas de todo mal y peligro. | Foto: Getty Images

Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como Lázaro y al hijo de la viuda de Naim. El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.

Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes.Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes.

Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera. Suplicándote, Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me deseen mal, ojos tengan y no me alcancen, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme.

¡Oh, Jesucristo, Justo y Divino Juez!, favoréceme en toda clase de angustias y aflicciones, lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice.

La oración corresponde a un encuentro espiritual, mediante el poder de la palabra con el todopoderoso. | Foto: Getty Images

Ni los caballos me alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren. Tu sangre me bañe, tu manto me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo en la vida y a la hora de mi muerte.

¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero!¡Oh Verbo Divino hecho hombre!Yo te suplico me cubras con el manto de la Santísima Trinidad para que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre. Amén.