A este trabajo se le siente el corazón, no de manera melosa, sí de una manera necesaria para quienes ven a Colombia como un territorio inviable. El trabajo no oculta que la lucha es fuerte, que hay lugar para el vacío y la rabia, pero se enfoca en recargar la fe en la gente que desde su amor por su tierra y su gente que no resigna más ante el statu quo.
La Gran Juntanza no se inventa la rueda, pero sí se puso en territorios y puntos claves de las protestas y congregaciones populares de la primera mitad de este 2021, que reunieron a todo tipo de voces y de iniciativas. Y a ellas les da la voz. Aquí abajo dejamos el tráiler, y puede ver todo el trabajo en este enlace. Al respecto de la producción que estrena, hablamos con su director, Tomás Méndez.
SEMANA: ¿Qué es La Gran Juntanza? ¿De dónde nace y qué implicó su realización?
Tomás Méndez: La Gran Juntanza: crónica de un país en resistencia nace de un recorrido por diferentes puntos de resistencia en el territorio colombiano como el bajo Putumayo, Sibundoy, Nariño, Cauca y Bogotá, que se realizó en mayo de 2021, durante el segundo pico de contagios de la pandemia por Covid-19. En ese momento miles de colombianas y colombianos salieron masivamente a protestar a las calles de las ciudades y de los pueblos. La protesta también se sintió en las veredas campesinas, donde la población salió a marchar por las sinuosas y maltrechas vías. Colombia vivió un estallido social histórico. La Gran Juntanza es la historia de quienes resisten buscando la paz para sus territorios mediante la lucha colectiva y la unidad, aunque peligre su vida.
Este documental hizo parte de un recorrido de una misión de prensa organizada por la Asociación Minga, para darle visibilidad a los procesos populares en esos territorios, en el marco del paro.
La Gran Juntanza es la historia de quienes resisten buscando la paz para sus territorios mediante la lucha colectiva y la unidad, aunque peligre su vida
SEMANA: ¿Qué retos inesperados encontró en el camino?
T.M.: El reto es estar a disposición para darle voz a comunidades rurales y urbanas, que por lo general no son escuchadas.
SEMANA: Viene recorriendo el país constantemente, hablando con su gente, y a muchas de estas gentes vemos en el documental. ¿Se puede hablar del ‘colombiano’? ¿Cómo lee usted la identidad en este país? ¿Qué significa ser colombiano?
T.M.: Lo colombiano es sinónimo de diversidad, es una identidad que se caracteriza por la pluralidad y la riqueza de las culturas. En cuanto a ser colombianos lo que sentimos que nos caracteriza en los diferentes territorios es la constante lucha por hacer valer derechos y maneras de ver el mundo, son procesos de resistencia que llevan cientos de años.
SEMANA: Si algo registra su trabajo es un momento de cambio, ofrece una mirada optimista en medio de la situación terrible (pero no repentina) que provocó estos eventos. ¿La considera así, optimista?
T.M.: El optimismo está en ver la participación ciudadana y el grado de conciencia de jóvenes y no tan jóvenes frente a la realidad actual. Se siente la juntanza entre las personas y las causas y el deseo de actuar en colectivo para buscar soluciones a los males del país.
SEMANA: En lo que a este tema remite, este despertar, ¿qué otros registros, producciones, espacios, realizadores recomienda?
T.M.: Hay un despertar, una fuerte actividad del asociativismo en procesos que no son nuevos pero que están adoptando nuevas herramientas para hacerse ver; y en particular en el documental hay una explosión de producciones independientes que resulta muy interesante, entre esos está la serie documental Con los pies en la tierra, un trabajo audiovisual del Comité de Integración Social del Catatumbo CISCA y la Asociación MINGA. También podríamos mencionar a La Escuela Popular Audiovisual de Suacha (EPA), que busca formar públicos en el municipio, tomando al audiovisual como medio de transformación cultural.