El jueves 8 de agosto llega a los cines colombianos La trampa, la nueva película de M. Night Shyamalan. El director de El sexto sentido, El protegido o Señales le da una vuelta de tuerca a las películas de asesinos en serie convirtiendo al criminal, encarnado por Josh Harnett, en un padre aparentemente modelo que lleva a su hija adolescente al concierto de una gran diva del pop. Allí, en mitad del éxtasis colectivo de decenas de miles de fans, el psicópata será cercado por cientos de agentes de policía.
“Es algo casi mágico, eso que ocurre cuando estamos viendo a Taylor Swift, no sé cómo llamarlo... es algo como religioso. Y en esta película que decidido ver ese fenómeno de forma muy hermosa porque es sobre una persona que se preocupa mucho por sus fans y sus fans por ella”, señala Shyamalan (en una entrevista concedida a Europa Press) en la que reflexiona también sobre el “enorme poder de influencia” que estas figuras tienen ahora, en la era de las redes sociales, sobre una audiencia mayoritariamente joven a la que sus mensajes llegan “sin filtros” y de forma directa.
“Ya los Beatles ya tenían un enorme, enorme poder”, señala Shyamalan que destaca que antaño esa ascendencia se ejercía de forma más puntual mediante los mensajes de sus letras o a través de intermediarios como la radio, la televisión o las entrevistas en los periódicos, pero que con las redes sociales esto se ha “ampliado” estableciendo “un vínculo increíblemente fuerte”. “Ahora pueden estar constantemente en contacto con su artista favorito, pueden estar constantemente en sus vidas”, dice.
Saleka Shyamalan es Lady Raven
Y ella, la artista que mueve masas en La trampa es Lady Raven, un auténtico fenómeno con legiones seguidores al más puro estilo Taylor Swift, Beyoncé, Dua Lipa o Karol G a la que da vida Saleka Shyamalan. La hija del director, cantante y compositora, debuta como actriz con este filme para el que además ha compuesto específicamente las catorce canciones que suenan en el concierto que ocupa buena parte del metraje de una película con la que Shyamalan ha querido combinar la experiencia de ir a un concierto y ver un thriller al mismo tiempo.
La idea de unir dos mundos tan antitéticos como las lentejuelas, la purpurina y los gritos histéricos propios de un multitudinario concierto de una de estas emperatrices del pop con la caza contrarreloj de un sádico y sanguinario psicópata surgió, asegura el cineasta, de forma orgánica tras horas y horas conversaciones con su hija para encontrar una historia de ficción sobre la que ella pudiera escribir las canciones de un nuevo disco.
“No era para mí, no pensaba dirigirla”, reconoce Shyamalan que confiesa que ese proceso junto a su hija “fue tan divertido” y lo pasaba “tan bien pensando en las cosas oscuras que podrían pasar siguiendo a ese tipo, a ese villano”, que finalmente decidió tomar las riendas del proyecto. “Entonces me de dije: ‘Dios mío, sé exactamente cómo hacer esta película, a lo mejor debería dirigirla’. Así que no podía engañarme de nuevo a mí mismo poniéndome a escribir otra película”, bromea.
Y no se arrepiente de esta suerte de autoengaño, ya que el cineasta asegura que rodar las secuencias del concierto de Lady Raven ha sido algo de lo más divertido que ha hecho en toda su carrera. “Dirigir el concierto fue desafiante y hermoso. Me gustó, me gustó mucho. Y creo que ahora ya puedo dirigir un concierto, porque he pensado por todo”, dice con una sonrisa para después recordar todos los exhaustivos preparativos sobre la iluminación, la escenografía, las coreografías, el vestuario... y también para decidir “qué imágenes, qué historia queremos contar mientras canta”.
Harnett, padre modelo y ¿asesino en serie?
Y es que, más allá de la catarsis pop al ritmo de Lady Raven, el otro gran protagonista de La trampa es Cooper. El personaje encarnado por Josh Harnett que, además de ser todo un padrazo que lleva a su hija adolescente al recital de su cantante favorita... es también un asesino en serie conocido como ‘El carnicero’. El actor estadounidense, que asegura que Shyamalan “era el único director el mundo” capaz de conseguir que la singular mezcla que propone el filme funciona, reconoce que se sintió “halagado” cuando confiaron en él para encarnar un personaje tan complejo.
“Me encantan los desafíos y me sentí muy afortunado de ser parte de este proyecto ya que es muy diferente de otras cosas que he podido hacer. Además el personaje tiene muchas capas y genera mucha simpatía aunque, sin embargo, él no tiene ninguna empatía. Es un papel increíblemente complejo, así que me alegré de que me lo ofrecieran”, señala Harnett, que construyó su personaje leyendo mucho sobre psicópatas y asesinos en serie y también manejando material sobre asesinos y casos reales.
“Pero sin fijarnos mucho en ninguno en concreto. Night escribió un personaje lo suficientemente interesante que no necesitábamos hacer eso. Podríamos hacer que fuera solo y completamente Cooper”, sentencia. Ariel Donoghue, Hayley Mills, Allison Pill, Marnie McPhail y Jonathan Langdon completan el reparto principal.
*Con información de Europa Press.