En una columna publicada en el portal RT, el filósofo esloveno Slavoj Žižek reflexiona alrededor de la pandemia de Covid-19 que azota actualmente al mundo, su impacto en la sociedad, la economía, la política, y las posibilidades de reinterpretar las ideologías tradicionales enmarcadas en la derecha o la izquierda a raíz de esta coyuntura. Tras considerar inicialmente el efecto nocivo de las teorías de conspiración, las fake news y el pánico en la población, señala que la pandemia puede servir como una oportunidad para los países que buscan cerrar fronteras a los inmigrantes como una amenaza para su identidad nacional, en una clara alusión al Brexit y a las políticas asumidas por el gobierno de Donald Trump.
No obstante, Žižek manifiesta su expectativa frente a “un virus mucho más beneficioso (...) el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global”. Al considerar la situación de China frente a la enfermedad y para darle forma a su argumento, Žižek la compara con la recordada escena de la película Kill Bill Vol. 2 (Quentin Tarantino, 2004) donde la protagonista hace su recordada técnica de “cinco puntos y palmas que revienta el corazón”. Pero si bien “Las autoridades pueden sentarse, observar y pasar por los movimientos de cuarentena, pero cualquier cambio real en el orden social (como confiar en la gente) resultará en su caída”, esto afecta también al capitalismo y lo ve como “una señal de que no podemos seguir el camino hasta ahora, que un cambio radical es necesario”. A la par que hace eco en la postura de que China puede ver arruinado su modelo económico y político por cuenta del coronavirus, Žižek enfatiza en señalar que “el coronavirus también nos obligará a reinventar el comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia”. Hace un llamado a la reflexión frente al hecho de que se necesitó una catástrofe a nivel mundial para “repensar las características básicas de la sociedad en la que vivimos” y manifiesta su adhesión a la postura del demócrata norteamericano Bernie Sanders frente a la necesidad de establecer un sistema de salud de alcance global. Remarca que frente a la crisis “la respuesta no es pánico, sino un trabajo duro y urgente para establecer algún tipo de eficiente coordinación global”.
Žižek considera que esta crisis no es pasajera, y si bien se ha manifestado a través de una pandemia, es una situación que llegó para quedarse. “Incluso si esta ola retrocede, reaparecerá en nuevas formas, quizás incluso más peligrosas”. También resalta el impacto que tendrá en las interacciones corporales más cotidianas entre las personas, argumentando entonces que no es sólo una obligación de los gobiernos tomar las decisiones. “También debemos aprender a controlarnos y disciplinarnos. Tal vez solo la realidad virtual se considere segura, y moverse libremente en un espacio abierto estará restringido a las islas propiedad de los ultra ricos”. Este concepto de la “realidad virtual” alude directamente a Internet. Sin embargo al popularizarse definiciones de “viral” y “virus” en el plano de la informática y la tecnología a lo largo de las últimas tres décadas, Žižek teoriza con la posibilidad de que nos encontremos ante “un retorno masivo al significado literal original del término”. Pueden leer la columna completa en el siguiente enlace.