El 25 de marzo de 2022, en medio del Festival Estéreo Picnic, en Bogotá, los fanáticos de Foo Fighters recibieron una mala noticia. Momentos antes de que la banda musical realizara su ‘show’, el baterista Taylor Hawkins había fallecido en el hotel Four Seasons, donde se hospedaba.
Los empleados del hotel pidieron ayuda médica, la cual llegó al lugar a las 7:40 p. m. A pesar de los intentos, el artista no pudo ser reanimado.
A través de sus redes sociales, la reconocida agrupación confirmó el deceso del artista a las 10:00 p. m. “La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro querido Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre. Nuestros corazones están con su esposa, hijos y familia. Pedimos que su privacidad sea tratada con el mayor respeto en este momento inimaginablemente difícil”, señaló la agrupación en un breve mensaje.
En el documento preliminar de la Policía sobre el fallecimiento de Hawkins, se indicó que “la causa de la muerte se encuentra por establecer. De acuerdo con versiones de allegados, el deceso podría estar asociado al consumo de sustancias estupefacientes”.
Según un informe de toxicología de orina, en el cuerpo del baterista se encontró presencia de marihuana, antidepresivos, benzodiazepinas y opioides. Los informes médicos forenses señalaron que el corazón del artista pesaba alrededor de 600 gramos, casi el doble del tamaño normal. De acuerdo con esto, los profesionales de salud indicaron que Hawkins pudo haber sufrido daños cardíacos sin el consumo de drogas.
A pesar de que el artista ya había tenido una sobredosis de heroína anteriormente, sus amigos creen que el baterista no había consumido drogas cuando falleció. Así lo contó Chad ‘Yeti’ Ward, técnico de batería de Hawkins de 2005 a 2019 a Rolling Stone. “Desde [su sobredosis], nunca quiso que Dave volviera a preocuparse por eso”, dijo.
Aunque un informe inicial sugirió que el baterista pudo haber tenido heroína en su organismo, ya que había un polvo muy parecido a la cocaína en el cuarto del hotel en Bogotá, ‘Yeti’ insistió a Rolling Stone que sabe que su amigo no estaba consumiendo ningún tipo de sustancia, debido a que se presentaría esa noche en el Festival Estéreo Picnic.
“Taylor nunca tocó jodido en su vida” (...) “Siempre tocó lo más sobrio posible. Ese fue un día de espectáculo. Entonces, para que alguien diga que estaba consumiendo drogas ese día, eso es casi lo más falso que alguien podría decir sobre él”, dijo ‘Yeti’ a la revista.
El entrevistado mencionó que alguien cercano a la banda le dijo que no había cocaína en la habitación del hotel donde se hospedaba Hawkins. Por otra parte, Matt Cameron, reconocido baterista estadounidense, dijo a la publicación que “hay tantas preguntas sobre qué diablos pasó en Bogotá” (...) “Ni siquiera sé si creo alguno de los informes de toxicología que salen de ese país, con toda honestidad, porque sucedió muy rápido”, dijo Cameron.
Trayectoria musical
Hawkins, de 50 años de edad, ingresó a Foo Fighters en 1997. Años después formó su propia agrupación llamada Taylor Hawkins and the Coattail Riders, en la que tuvo la oportunidad de cantar y también tocar la batería.
Entre sus logros estuvo ser votado como el Mejor Baterista de Rock por la revista británica de baterías Rhythm en 2005. Asimismo, tiene registros como uno de los bateristas más ricos del mundo.
Desde muy joven, Oliver Taylor Hawkins se dedicó a la música. Estuvo en el conservatorio en la percusión clásica, pero también aprendió a interpretar otros instrumentos como la guitarra y el piano, lo que demuestra que era un músico integral.