En 1981, dos semanas antes de Navidad, el ejército asesinó a más de 900 personas. La mitad de las víctimas fueron niños. Esta es la masacre más grande de la historia latinoamericana reciente y, aunque ocurrió en El Mozote (El Salvador), durante la guerra civil, pudo suceder en Colombia, en Perú, en Chile o en Honduras. Los sobrevivientes de esta tragedia tuvieron que encontrar la forma de vivir sin sus seres queridos y llevan más de treinta años luchando por que se haga justicia.Lorena Vega, directora de Radio Nacional, y Ximena Natera, periodista mexicana, conocieron este drama y viajaron a El Salvador y a Guatemala gracias a la Fundación Internacional de Mujeres Periodistas. Allí hablaron con sobrevivientes de las guerras civiles de ambos países para conocer su historia luego de los procesos de paz (en 1992 se firmó el acuerdo de paz de El Salvador y en 1996 el de Guatemala). El resultado es Testigos de la guerra, voces contra la impunidad, una conmovedora serie documental sonora de cuatro capítulos que narra lo que estas víctimas enfrentan para hallar justicia.
Así se oirán relatos de los sobrevivientes de la masacre de El Mozote y de familiares de las víctimas de Creompaz, el caso de desapariciones forzadas más grande en América Latina, que sucedió en Guatemala a manos del ejército. Como es un documental audiovisual, las voces de las periodistas contextualizan y guían al oyente, y se intercalan con testimonios de los protagonistas durante unos 26 minutos. Se transmitirá en las 52 frecuencias de Radio Nacional del país y estará disponible en la página web.Aunque Guatemala y El Salvador atraviesan un momento de construcción de paz, los sobrevivientes de la guerra aún enfrentan obstáculos jurídicos, económicos y políticos para reivindicar sus derechos. Por ejemplo, “en Guatemala se creía que 500 cuerpos encontrados en una fosa común, ubicada en una base militar, eran de víctimas de un terremoto, pero estaban con las manos atadas y con los ojos vendados. Eran miembros de comunidades indígenas”, cuenta Vega.Le sugerimos:“En El Salvador hablar de conflicto es un eufemismo. Nos referimos a la guerra”Durante el trabajo de campo, las periodistas encontraron muchas similitudes con Colombia y con México, que aunque no vivió un conflicto armado recientemente, sí atraviesa “un proceso de violencia que ha dejado cifras de víctimas equiparables a cualquier guerra civil del continente”, asegura Ximena Natera. Por esto, otra de las apuestas de la serie es que funcione como un espejo para el resto de Latinoamérica, no solo sobre las consecuencias de la guerra, también sobre la responsabilidad que tienen la sociedad y los medios de comunicación en el ejercicio de memoria y en la construcción de paz.En El Salvador, luego de que más de dos mil periodistas documentaran el conflicto, pocos informan hoy sobre los procesos más importantes de sobrevivientes que lograron armar casos judiciales contra el Estado y aún esperan resultados. Y en Guatemala la situación es similar, Vega y Natera encontraron apatía frente a las luchas por la justicia y la memoria.
Amadeo Martínez, sobreviviente de la masacre de El Mozote.La directora de Radio Nacional asegura que crear un contenido llamativo y amable con el oyente fue un reto, sobre todo por la complejidad de los conflictos. Durante ocho meses armaron una serie radial con paisajes sonoros (sonidos ambientales), música y testimonios que resumen casi treinta años de sucesos en pocos minutos. El objetivo es destacar las historias extraordinarias de resistencia, de lucha por la memoria y por la justicia.Aunque la serie termina en septiembre, esperan que continúe con historias de otros países. Por ahora, todos los martes de este mes los colombianos podrán escuchar a las ocho de la mañana Testigos de la guerra, voces contra la impunidad en La señal de la mañana, un programa de Radio Nacional. Es una serie para todos los latinoamericanos y especialmente para los colombianos, que también sobrevivieron a una guerra.Fragmento del primer capítulo "La masacre que no pudieron borrar", disponible en Radio Nacional