El director estadounidense Sean Baker temía que Anora, su comedia sexual desenfrenada que ganó la Palma de Oro en el 77º Festival de Cannes, fuera demasiado controvertida.

Pero la respuesta entusiasta a su película sobre una trabajadora sexual que se casa con un millonario revela la fascinación sin fin por la profesión más antigua del mundo, afirmó. “Es agradable y un poco sorprendente, porque parece que hasta ahora no ha sido tan divisiva como pensaba”, explicó Baker. “Estamos tratando temas que son extremadamente polémicos en este momento”, reflexiona.

Anora narra el flechazo entre una estríper de Nueva York y el joven hijo de un oligarca ruso. Se casan por capricho en Las Vegas, desatando la furia de sus familiares.

“Todos estamos fascinados por el mundo del trabajo sexual” aseguró Baker, que ha abordado ese tema en varias películas anteriores. En parte, dice, esto debe a que lo tenemos justo delante, queramos verlo o no. “No es broma, desde mi cocina literalmente puedo ver el interior de un salón de masajes”, explicó.

Pero el comercio sexual suscita opiniones muy diversas. Muchos lo ven como explotador, mientras que otros creen que puede ser liberador, estima.

“Se puede explorar infinitamente”, dice el director, que se impuso la misión de mostrar personajes defectuosos, lidiando con los mismos problemas mundanos que todos los demás. “No puedo hacer simplemente - y perdonen mi terminología - una historia de ‘puta con corazón de oro’”, afirmó.

“Loco”

Anora recibió críticas estelares. Vanity Fair la llamó “una explosión salvaje y profana”. La estrella de la cinta es Mikey Madison, quien interpreta a la trabajadora sexual Ani. Madison, conocida por Érase una vez en Hollywood y Scream, se entrenó con una barra de baile (“pole dance”) durante tres meses y perfeccionó un acento neoyorquino muy particular.

Un premio en el festival de cine más famoso del mundo puede ayudar a Anora a tener un lanzamiento más amplio en Estados Unidos que la mayoría de las películas independientes.

“Al público estadounidense se le ha dicho ‘solo vengan al cine por los grandes éxitos de taquilla, todo lo demás lo pueden ver en Netflix’... ¡Es una locura!”, aseguró Baker. Afortunadamente, Anora ya tiene un distribuidor estadounidense prestigioso, con el estudio independiente Neon, que ha lanzado cada uno de los cuatro últimos ganadores de la Palma de Oro.

Los Tres Chiflados

Mientras aborda un tema similar al de las películas anteriores de Baker como Tangerine y The Florida Project, Anora es su película más cómica hasta ahora.

Cuando un trío de matones llega a la casa de los recién casados, el público se prepara para una explosión de violencia estilo mafia. Pero su torpe ineptitud rápidamente lleva a una situación “tipo Los Tres Chiflados”, relató Baker, en alusión a un conocido trío de cómicos de la época dorada de Hollywood. “Sigo tratando de explorar hasta dónde puedo llegar” con la comedia, explicó el director.

La cara del nuevo cine independiente estadounidense

Por Laurent BANGUET * AFP

“Toda mi vida, mi objetivo ha sido ir a Cannes”. El director Sean Baker lo ha conseguido por todo lo alto y ganó este sábado la Palma de Oro con Anora, filme sobre una trabajadora del sexo.

No es la primera vez que el estadounidense de 53 años compite en el el célebre festival de la riviera francesa. Pero esta vez el jurado se ha rendido ante esta historia sobre una bailarina de estriptis de la que se enamora un rico heredero ruso, con toques de comedia. Esta versión de Cenicienta de 2024 ha servido para lanzar una revelación, la actriz Mikey Madison, en el papel principal.

Baker se interesó en el cine a los seis años, viendo a Boris Karloff interpretar Frankenstein.

“A partir de ese momento, fue el cliché total: filmes en súper 8, cámara de video, cineclub en el instituto, torturar a mi hermana para hacerla actuar en mis películas”, recordó al Guardian en 2017.

Acabó estudiando cine en la New York University y rodó su primera película, Four Letter Words. Pero cayó en un espiral de conflictos y terminó adicto a la heroína. “Perdí mucho tiempo. Por eso cuando ven a mis homólogos, tienen 10 años menos que yo. Pasé momentos muy malos”, evocó.

Rehabilitado de las drogas, Baker se aferró a su pasión e hizo todo lo posible para “quedarse en la industria del cine, aunque no fuera más que en los márgenes”.

Ovni

Este admirador de John Cassavetes, Ken Loach y Mike Leigh se dio a conocer con un filme rodado completamente con un iPhone, Tangerine, en 2015, un ovni que destacó en varios festivales.

En 2017, con The Florida Project saltó realmente a la fama, con el  retrato de una niña que vive en un motel sórdido en el límite de Disney World.

Aparte de la presencia de Willem Dafoe en este filme, la “receta” de Baker se basa en sus castings al margen del circuito de las estrellas, en Instagram, o incluso en el supermercado.

Para la estrella del porno de Red Rocket (2021), eligió a un actor que nunca pensó que un día estaría en la alfombra roja de Cannes: Simon Rex, conocido por Scary Movie. Le hace una audición de cinco minutos por teléfono.

En Anora”, sigue con el tema de los trabajadores del sexo. Baker temía que la película provocara polémicas, pero el recibimiento entusiasta en Cannes le confirmó que la profesión más antigua del mundo no deja de fascinar.