La ansiedad se ha convertido en un tema muy recurrente y con diversos puntos de vista en la sociedad actual. Científicamente hablando, este es ese sentimiento de inquietud, de miedo, de temor que se puede experimentar tanto en la mente como en el cuerpo a nivel físico.

Este sentimiento puede detonarse en la vida cotidiana por diferentes factores, pero cuando se vuelve una constante, es momento de hacer un alto en el camino, buscar ayuda profesional para saber las causas y como aliviar la situación.

Esta sensación puede llegar a ser agobiante y un gran calmante siempre será Dios. Buscarlo a Él en ese tipo de situaciones puede traer esa calma que tanto se necesita para afrontar este complejo sentimiento.

Para comunicarse con el Señor se puede hacer a través de un diálogo personal, también a través de la misa o de las oraciones.

Tres oraciones para buscar a Dios cuando se tiene ansiedad

Oración 1

“Padre, Dios, muchas gracias porque tú eres el Dios todopoderoso, para ti no hay nada imposible. En este momento traigo mis miedos y ansiedades ante ti porque no quiero seguir siendo esclavo de esas emociones.

Me aferro a ti, Papá, y a tu poder, y te suplico que me ayudes a vencer mis temores sobre el futuro y la ansiedad que me causan. Señor, yo sé que tú tienes mi vida, mi presente y mi futuro en tus manos. En ti estoy seguro.

Sé que, como dice tu Palabra (Salmo 73:23-24), tú me sostienes de mi mano derecha y me guías cada día con tu consejo. Hoy quiero escuchar tu voz, mi Dios, y creer tus promesas de paz. Hoy proclamo tu poder y me afirmo en que soy más que vencedor en ti.

Gracias porque hoy camino contigo y con tu poder venzo toda emoción negativa. Solo tú tienes poder sobre mí. En el nombre de Jesús”.

Amén.

La oración incrementa la fe en Dios, según la cultura religiosa. | Foto: Getty Images

Oración 2

“Señor amado, mis nervios están muy alterados y no logro tranquilizarme. Siento pesadez y tensión en mis hombros y no quiero seguir así. ¡Ayúdame a vencer este sentimiento de impotencia! Padre, quiero enfocarme en tu grandeza y en tu poder.

Quiero aumentar mi confianza en ti en medio de este problema, porque contigo saldré victorioso. Gracias, Dios, porque tú eres la roca firme y fuerte en la cual me puedo apoyar. Ayúdame a recordar esa verdad y a refugiarme en tus poderosos brazos.

Gracias porque tú puedes y quieres librarme de esta ansiedad. Yo elijo permitir tu obra en mí, que tu poder se manifieste en mi vida y que hoy sea día de liberación y victoria para tu gloria y honra. En Cristo, Jesús, mi Señor y Salvador”.

Amén.

La Biblia. | Foto: Getty Images

Oración 3

“Señor amado, tú conoces lo más íntimo de mi ser y sabes cómo me siento en este momento. Son muchas las emociones dentro de mí que me hacen sentir ansioso y desesperado. ¡Necesito de ti, Padre! Necesito tu presencia y tu paz.

Tu Palabra dice en 1 Pedro 5:7 que puedo depositar mi ansiedad en ti, porque tú cuidas de mí. Te entrego mi ansiedad en este momento, la pongo toda en tus poderosas manos, sabiendo que tú me amas y te interesas por lo que me sucede.

Yo no sé cuál es la solución para mis problemas. Lo que sí sé, es que necesito de tu ayuda para no perder la paz en medio de esta situación. Revélate a mi corazón de una forma especial, Padre amado. Ayúdame a ser sensible a tu voz y al mover del Espíritu Santo para superar este momento aferrado a ti. Calma mis emociones, por favor. Levanta esta carga de mis hombros.

Te entrego todo lo que está causándome ansiedad, no quiero cargarlo más. Ahora abro mi corazón y mis oídos a tu voz, para recibir tus palabras de ánimo y esperanza. ¡Háblame, Señor! En el nombre de Jesús”,

Amén.