Cuando se enfrenta una enfermedad, más allá de su gravedad, el recurso al que apelan los creyentes es justamente su fe para librar esa batalla o cuando es alguien cercano quien la libra. Las súplicas constantes son la esperanza entre los devotos para sanar, mientras se acompañan los tratamientos médicos.

En la Biblia son numerosos los salmos compilados para dar gracias, expresar arrepentimiento, pedir perdón y respuesta a un favor ‘urgente’. Líderes religiosos sugieren encontrar un espacio dónde concentrarse para elevar las súplicas y no limitarse a repetir lo que dice el salmo sino comprender cada palabra.

Imagen de referencia de mujer enfrentando una enfermedad. | Foto: Getty Images / RUBEN BONILLA GONZALO

El portal Biblia Online hizo una recopilación de algunos fragmentos de salmos que pueden tomarse en cuenta para superar una enfermedad. En estos se refleja una confianza ‘absoluta’ en Dios para recobrar la salud.

Salmo 41, capítulo 1

Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo librará en el día de la desgracia

El Señor lo protegerá y lo mantendrá con vida; lo hará dichoso en la tierra y

no lo entregará al capricho de sus adversarios. El Señor lo confortará cuando esté enfermo;

Oración para pedir por la sanación. | Foto: Getty Images

lo alentará en el lecho del dolor. Yo he dicho: “Señor, compadécete de mí; sáname, pues contra ti he

pecado”.

Salmo 6, capítulo 2

Tenme compasión, Señor, porque desfallezco; sáname, Señor, que un frío de muerte recorre mis huesos.

Angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, Señor, hasta cuándo? Vuélvete, Señor, y sálvame la vida;

por tu gran amor, ¡ponme a salvo! El Señor ha escuchado mis ruegos; el Señor ha tomado en cuenta

mi oración.

Algunos creyentes hacen varias oraciones. | Foto: gettyimages

Salmo 30, capítulo 2

Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste. Tú, Señor, me sacaste del sepulcro;

me hiciste revivir de entre los muertos. Canten al Señor, ustedes sus fieles; alaben su santo nombre.

Porque solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad si por la noche hay llanto,

por la mañana habrá gritos de alegría.