Título original: The Extraordinary Voyage of the Fakir Año: 2018 País: Francia, Estados Unidos, India Director: Ken Scott Guion: Luc Bossi, Jon Goldman, Ken Scott Actores: Dhanush, Berenice Bejo Duración: 98 min Esta es una película plenamente escapista, quizás lo más escapista que haya visto en mucho tiempo. Da la sensación de entrar en ese agujero en donde, para no enterarse de nada, el avestruz mete la cabeza y encontrarlo lleno de afiches fosforescentes, luces estroboscópicas y una bola de espejos que gira maniáticamente. Es un no querer enterarse llamativo y vistoso, aunque desconcertante. El personaje central es Ajatashatru Lavash Patel (la estrella del cine indio Dhanush), un joven pobre de la India, hijo de una madre soltera. Su historia se cuenta intercalando distintos planos temporales, pero comienza con una visita suya como adulto a una lúgubre cárcel para niños, en donde tres reclusos escucharán lo que él llama su “trágica historia”. Le recomendamos: ‘Los perros‘ Espero que no sea un spoiler, pero la tragedia nunca llega. El joven Aja, tras la muerte de su madre, decide irse de turista a París, porque es la ciudad en la que ella siempre ha soñado; y allí cumple su propio sueño, que no es ver sus monumentos, sino conocer uno de los almacenes Ikea, con sus líneas llenas de vocales con acentos extraños y una neutralidad apaciguadora. Hace pensar en el mundo aparentemente más inocente de hace dos décadas. Al igual que la tienda de muebles, la película plantea una globalización fluida y sin baches o tropiezos: todo el mundo habla inglés (aunque varían un poco los acentos) y todos comparten el mismo sueño de consumo económico, genérico y modular. Es un mundo en el que la historia o la idea del pasado no existen, en el que las particularidades regionales no tienen cabida. Todo lo que complejiza los lugares, lo que los enriquece, es reemplazado por aspiraciones básicas de consumo y con la adoración irreflexiva de la fama (representada acá en una actriz que, inexplicablemente, protege al protagonista). Vea también: La casa junto al mar Nutriéndose de la tradición del cine indio, aunque sin su larga duración, la película incluye un par de números musicales (en un centro de migración inglés y en un club romano), que llevan enfáticamente todo al plano de la fantasía. Encontrar algo así hoy en día, cuando burbujean en Europa y Estados Unidos la xenofobia, la discriminación y la desconfianza, hace pensar en el mundo aparentemente más inocente de hace dos décadas. Es una fantasía seductora, pero que termina revelándose como vacía e insatisfactoria. Es algo que se ve con especial claridad en el encuentro romántico entre el héroe y una estadounidense (Erin Moriarty), que vive en París y que la película presenta como la mujer de su vida: una relación amorosa reducida a la escenificación de roles estereotipados en la tienda de muebles ascéptica e impersonal, en la que la única señal de cercanía viene de las quejas de trabajos imaginarios. Como es lógico, este amor se sella para siempre con un beso casto y desapasionado. Al igual que este elemento romántico, las tensiones narrativas se solucionan fácil e incoherentemente. Y la historia prometida a los tres jóvenes delincuentes se resume en que, si uno sigue sus modestos sueños de consumo, es posible que la vida les dé el gran premio de satisfacerlos. Estreno: 20 de diciembre.

El asesinato de la familia Borden ** Chloe Sevigny y Kristin Stewart hacen una reinterpretación anémica de la famosa parricida estadounidense del siglo XIX. El gran tesoro **½ Historia de nobles, damas y caballos con pasiones, carreras y honor, escenificada en la Hungría del siglo XVIII. Hospital Gonijam ** Película coreana esquemática, en la que un grupo de jóvenes decide visitar un hospital con fama de embrujado para grabar un programa de televisión. El primer hombre en la luna ***

El director Damien Chazelle(Whiplash) continúa sus retratos admirados de hombres que se torturan en busca de la excelencia.