El esperado biopic Bob Marley: One Love destaca momentos importantes de la vida del músico jamaicano: su adolescencia en Trench Town, su crecimiento espiritual, el atentado contra su vida… Pero como estudioso de la industria musical, me pregunto si la película es una extensión más de la maquinaria comercial en la que se ha convertido Marley.
Marley murió en 1981, con 36 años. Había alcanzado un éxito sin parangón en el mundo del reggae, y lo hizo desafiando al capitalismo global y hablándole a los oprimidos.
Sin embargo, esta imagen no concuerda con lo que ha sucedido con el nombre y la imagen de Marley desde su muerte. Ahora se pueden comprar mochilas de Bob Marley, rompecabezas de Bob Marley e incluso chanclas de Bob Marley.
Antes, la acusación de “venderse” podía amenazar seriamente la credibilidad de un artista. El insulto tiene mucho menos poder en una época en la que la supervivencia de un artista depende a menudo de acuerdos de patrocinio y licencias. Mientras tanto, si un artista fallece, sus ingresos quedan en manos de otros.
No obstante, cuando un músico tan venerado como Marley –y cuyas canciones estaban impregnadas de mensajes de liberación, antiimperialismo y anticapitalismo– se comercializa tanto, cabe preguntarse cómo ha sucedido y si esto supone una amenaza para su legado artístico.
Dentro y fuera del disco
En su lista de celebridades muertas mejor pagadas de 2023, Forbes situó a Bob Marley en el noveno puesto, justo detrás del exlíder de los Beatles, John Lennon. Según la publicación, Marley ganó 16 millones de dólares. O mejor dicho, sus herederos.
Los negocios de Marley están ahora controlados por miembros de su familia, que han llegado a acuerdos con varios socios para asuntos relacionados con el merchandising y el marketing. Todas las partes involucradas comparten los beneficios. El poder comercial del nombre de Bob Marley genera derechos de autor que perciben los herederos, aunque no se conocen los porcentajes exactos.
Un lanzamiento musical póstumo, en particular, ha sido una mina de oro: el álbum recopilatorio Legend.
Publicado en 1984 y con temas fundamentales como “Could You Be Loved” y “Three Little Birds”, es el álbum de reggae más exitoso de todos los tiempos. Ha vendido más de 15 millones de copias en Estados Unidos y ha permanecido más de 800 semanas no consecutivas en el Billboard 200.
Colectivamente, sus canciones han supuesto más de 4 000 millones de reproducciones en Spotify, y este éxito fue determinante para que la editorial musical privada Primary Wave, respaldada por inversores como BlackRock, destinase más de 50 millones de dólares a comprar una parte del catálogo editorial de Marley en 2018.
Tras la muerte de Marley se han publicado otros álbumes. Entre ellos figuran Natural Mystic (1995); el crossover de pop y hip-hop Chant Down Babylon (1999); Africa Unite (2005); Uprising Live! ¡(2014), que recoge su última aparición en concierto; Legend Remixed (2013); Easy Skanking in Boston ‘78 (2015); y el curioso Bob Marley & the Chineke! Orchestra (2022).
El álbum Legend ha ganado más que todos estos lanzamientos posteriores juntos. Pero el material que quedó fuera de ese disco lo dice todo: en su autobiografía de 2022, Chris Blackwell, antiguo director de Island Records, el sello que popularizó la música de Marley, reveló que Legend había sido cuidadosamente adaptado para el público blanco.
Lo consiguió dando prioridad a las canciones centradas en temas de amor y paz, dejando fuera las que tratan sobre la revolucionaria política afrocéntrica de Marley y su visión rastafari del mundo, que sí aparecen en discos como Survival, de 1979.
En la segunda canción de ese álbum, “Zimbabwe”, Marley elogia a los luchadores por la libertad del país en su batalla contra el opresivo régimen de Rodesia, declarando: “Todo hombre tiene derecho a decidir su propio destino”. También despotrica contra la explotación y la división en “Top Rankin” y “Babylon System”. Es más, en “Survival” alaba los “sueños y esperanzas” y los “medios y formas” del mundo africano. Y “Wake Up and Live” es una llamada al despertar espiritual y político.
Estos temas no aparecen en Legend. De hecho, ninguno de los temas de Survival aparece.
Cuatro décadas después de su muerte, Bob Marley sigue siendo el artista de reggae más importante del mundo. Pero son sus canciones más ligeras y menos controvertidas las que le han convertido en una superestrella mundial.
La comercialización de un místico
Una gran parte de esos 16 millones de dólares de ganancias también proceden del merchandising, que ha diluido aún más la política revolucionaria de Marley.
Gracias a lo que dos escritores llamaron “la disneyficación de todo lo relacionado con Marley”, ahora se puede comprar café de Bob Marley, helado y gel de baño. Además, existe una línea de monopatines de Bob Marley e incluso equipos de sonido de Bob Marley de origen sostenible.
Una marca de cannabis con el nombre de Marley
La marca de cannabis Marley Natural muestra cómo el nombre de Marley se ha entrelazado comercialmente con la América corporativa.
Está financiada por la empresa estadounidense de capital privado Privateer Holdings, a la que la familia Marley se había dirigido para sondear su interés por colaborar en el lanzamiento del producto. Los creadores del logotipo de Starbucks fueron contratados para diseñar el de Marley Natural, lo que subraya aún más los vínculos comerciales de la empresa.
Aparte del hecho obvio de que estas asociaciones no prestan atención a los mensajes anticapitalistas de Bob Marley, me parece amargamente irónico que una empresa de capital privado se llame a sí misma “privateer”, que significa “corsario”. Los corsarios eran barcos con licencia para atacar, implicados en saqueos y asesinatos en todo el Caribe. Se incluirían entre los “viejos piratas” a los que Marley se refería en su lúgubre “Redemption Song”.
Aunque la familia Marley afirma que Bob habría aprobado la empresa de cannabis, los críticos ven una comercialización masiva indiscriminada.
Las populares canciones y letras del artista también han sido adoptadas como herramientas de marketing para vender productos que guardan poca relación con la música y el mensaje de Marley.
En 2001, su hija Cedella, que dirige parte del patrimonio, lanzó una línea de moda llamada Catch a Fire. El nombre procede del primer álbum internacional de los Wailers, que el grupo publicó en 1973. En él, temas como “Slave Driver”, “Concrete Jungle” y “400 Years” conectan la pobreza del presente con las injusticias del pasado.
¿Pueden las camisetas y otras prendas ayudar a difundir estos mensajes? Tal vez. Pero es difícil defender que una salsa picante con temática de Marley lo haga.
La situación de One Love
Criticar cualquier aspecto del legado de Bob Marley puede provocar respuestas defensivas. Los herederos han presentado durante mucho tiempo la comercialización desenfrenada del nombre y la imagen de Marley como una forma importante de mantener y difundir los ideales del artista.
Sin embargo, creo que es importante asegurarse de que los valores artísticos y culturales de su música no se vean empañados por una comercialización desenfrenada. Aunque muchas de las empresas vinculadas a su nombre supuestamente recaudan dinero para la juventud jamaicana, dudo mucho que esto sirva como contrapeso frente a la erosión de los mensajes de Marley.
La película One Love, respaldada por Paramount Pictures, con cuatro Marleys como productores, sin duda ampliará la mitología y la dura realidad de la demasiado breve vida de Bob Marley, truncada por un melanoma. Pero también es un enorme vehículo de marketing para la venta de aún más merchandising oficial.
Por un lado, el hecho de que la gente compre con tanto entusiasmo productos con la cara y las palabras de Marley refleja la profunda conexión que sigue teniendo con sus oyentes. Pero, por otro lado, es difícil relacionar al artista –símbolo del poscolonialismo y el anticapitalismo– con colaboraciones con marcas y empresas de capital riesgo.
Su música significa mucho más. Y sus mensajes antiimperialistas, en un momento en que los belicistas amenazan los derechos humanos básicos en todo el mundo, son quizá más necesarios que nunca.
*Professor Emeritus of Recording Industry (Popular Music Studies & Music Business), Middle Tennessee State University
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