La película dirigida por Fernando Trueba sigue siendo reconocida a nivel mundial. El olvido que seremos, cinta estrenada en junio de 2021, fue nominada en los Premios Ariel 2021, en México. Esta premiación es el mayor prestigio del cine en México, que se lleva a cabo anualmente desde 1947.

La cinta está nominada en la categoría a mejor película iberoamericana y se enfrenta a las películas:

- Babenco (Brasil)

- El agente topo (Chile)

- La Llorona (Guatemala)

- Las niñas (España)

La premiación se realizará el próximo 25 de septiembre a las 9:00 p. m.

Pese a la postulación, de acuerdo con The-Numbers.com, un referente en el mundo cinematográfico, que hace el seguimiento a la taquilla de las películas, El olvido que seremos aparece en el puesto número 14.062 con ventas por solo 971.000 dólares. Con esta cifra no cubre ni de cerca los costos de la producción, que tuvo contrataciones internacionales.

A pesar de su mala racha en taquilla, la cinta ha recorrido el mundo en las pantallas grandes de importantes festivales de cine como el festival de cine de Scoprir, en Roma, Nápoles y Palermo. La cinta fue estrenada en Europa en el festival de cine de Roma y ahora estará presente en las principales salas del cine italiano.

Esta película se basa en el libro del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince. En el libro se cuenta la historia de amor por el autor a su padre, quien fue asesinado en Medellín en 1987, una de las épocas más violentas de Colombia.

La película fue calificada por la prensa italiana como un “poema de dos horas” y apunta a ser una de las películas que mayor impacto generará internacionalmente. Esto, según la embajada de Colombia en Italia, gracias a su argumento, manejo de fotografía, script, musicalización y actuación. Esta producción estuvo dirigida por el premio Óscar Fernando Trueba y está protagonizada por el actor español Javier Cámara. No obstante, cabe resaltar que cuenta con la participación de grandes y reconocidos actores colombianos.

Por otro lado, la película cuenta con un premio Goya de España, además de ser la única película de lengua española que estuvo seleccionada en el Festival de Cannes 2020.

Premios Goya: El olvido que seremos, nominada a mejor película iberoamericana | Foto: Archivo

El olvido que seremos

La historia que narra puede dividirse en dos: por un lado, cuenta la vida y las anécdotas íntimas de una de esas familias colombianas que contagian cariño, humor y alegría de vida; por el otro, irrumpe la realidad de la nación, y el espectador es testigo de cómo el interminable ciclo de intolerancia y de violencia de Colombia apaga otra voz que buscaba construir comunidad.

Una y otra vez, Fernando Trueba, insiste en que el de Héctor Abad Gómez es el relato de un hombre bueno.

El observador comienza a encariñarse con él cuando apenas arranca la película y lo conoce en su rol de padre y de esposo. Lo ve enseñándoles a sus hijos –particularmente a su único hijo hombre– la importancia de la empatía, la bondad y el respeto, y de realizar acciones que ayuden a construir comunidad. Ve cómo su alegría y su humor llenan de vida a la familia Abad Faciolince, y cómo se convierten en el mejor ejemplo para aprender a agradecer lo que se tiene y a disfrutar cada momento.

También conoce a Héctor Abad Gómez, el médico y profesor que se dedicó a trabajar para optimizar la salud de todos los medellinenses, y que convirtió su aula de clases en un espacio en el que se enseña a pensar, a investigar y a ver la medicina como una poderosa herramienta capaz de mejorar la calidad de vida de miles de personas, previniendo enfermedades.

Como se muestra hacia el comienzo de la película, para ello, un primer e importante paso es coger la costumbre de lavarse las manos.

Luego, el hilo narrativo lleva a que esa Colombia que se arma y que refleja lo mejor de la condición humana se tope de frente con aquella que se desarma, y que, en este caso, recurre a la violencia porque pareciera no querer entrar en diálogo con opiniones distintas, o quizá porque le tiene miedo al cambio.

Ese choque le hace sentir al espectador que el relato del hombre bueno adquiere el arco narrativo de la crónica de una muerte anunciada. En el amoroso y alegre hogar de los Abad Faciolince comienzan a oírse ecos del creciente rechazo de algunos sectores de la sociedad a las ideas y propuestas del médico que empieza a convertirse en figura pública.

En la película la frase es corta, pero lo suficientemente contundente como para recordarle al observador, quien comienza a temer los pasos agigantados de la Colombia que desarma, que El olvido que seremos también es el relato de un hijo que admira profundamente a su padre, que aprendió su lección de humanismo, y que la cuenta para que los colombianos no la olviden.