Javier Bardem interpreta a un jefe que encantará y manipulará a sus empleados para lograr sus objetivos en El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, una sátira del mundo empresarial que este martes entró en competencia en el Festival de San Sebastián.
La película, repleta de un humor negro que provocó grandes carcajadas y aplausos en la sala, es una nueva colaboración entre el director madrileño y el actor canario ganador de un Óscar, luego de Los lunes al sol y Loving Pablo.
Bardem es don Julio Blanco, el dueño de Básculas Blanco, un patrón en apariencia ejemplar, que siempre se refiere a sus empleados en sus discursos de motivación como su “familia”.
Pero justo cuando una comisión está por visitar la fábrica para decidir si le otorga un premio a la excelencia, empiezan a surgir problemas con los empleados, por lo que el jefe usará su poder para interferir en sus vidas e intentar poner las cosas en orden.
Julio Blanco “es un personaje que a veces me parecía difícil de defender por lo que hacía y a veces me parecía admirable el morro (desfachatez) que tiene”, aseguró Bardem en rueda de prensa.
Con su interpretación de un malvado con muchos matices, Bardem vuelve a meterse en la piel de un villano como el del psicópata de la película No es país para viejos de los hermanos Coen, que le valió el Óscar al mejor actor en 2008.
“A la primera lectura dices: ‘Qué tipo tan desagradable’. Pero ya sabemos que enjuiciar al personaje no ayuda a la interpretación (y) al final encuentras las razones” del personaje, señaló.
El humor “exorciza”
La película tiene mucho humor porque, según Fernando León de Aranoa, es “la mejor manera de contar una historia con estos ángulos, este paisaje del empleo tan deteriorado y jodido”, en un país como España con una de las tasas de desempleo más altas de la zona euro y un alto nivel de precariedad laboral.
“El humor tiene la capacidad de, esas cosas que no nos gustan, subirlas a una pantalla y, de esa manera, reírnos de ellas y exorcizarlas”, señaló el realizador.
Para León de Aranoa también significó cerrar un círculo, ya que Julio Blanco puede verse “como el antagonista de Santa”, el personaje que interpreta Bardem en “Los lunes al sol”, un hombre aferrado a la injusticia del cierre del astillero que supuso el despido de todos sus compañeros.
Los lunes al sol se alzó con la Concha de Oro en San Sebastián en 2002.
Ahora, El buen patrón compite por el máximo galardón del certamen en la ciudad en el norte de España, que se entregará en la gala de cierre el sábado.
En la Sección Oficial del festival también se proyecta este martes Fire on the plain, ópera prima del chino Zhang Ji, sobre una serie de asesinatos sin resolver en la ciudad de Fentun en 1997.
En la categoría principal se enfrentan en total dieciséis largometrajes.
Películas destacadas
Hasta ahora, uno de las que más atención suscitó fue “Maixabel”, de la directora española Icíar Bollaín, sobre el encuentro entre la viuda de un político asesinado por la ahora extinta banda armada vasca ETA y los autores del crimen, arrepentidos.
También fue bien recibido “Distancia de rescate”, de la peruana Claudia Llosa, adaptación del libro de la escritora argentina Samanta Schweblin, una desasosegante historia de dos mujeres enfrentadas a sus miedos maternos.
En la sección dedicada al cine latinoamericano, Horizontes, se proyecta este martes “Piedra noche”, del argentino Iván Fund, sobre una extraña criatura que aparece cuando una mujer va a vender su casa de verano un año después de haber perdido a su único hijo.
El festival se prepara para recibir este miércoles a Johnny Depp, a quien le será entregado el honorífico Premio Donostia, un reconocimiento no exento de polémica por las acusaciones de violencia conyugal contra el actor estadounidense por parte de su exesposa Amber Heard.
El otro Premio Donostia de este año lo recogió la actriz francesa Marion Cotillard el viernes pasado, en la apertura del festival.