El arquitecto chileno Alejandro Aravena ganó el Premio Pritzker de Arquitectura 2016 por una obra que "es epítome del renacimiento de un arquitecto con un mayor compromiso social", según recalcó el jurado del galardón, considerado el 'Nobel' de la arquitectura. El premio fue anunciado el miércoles por Tom Pritzker, presidente y director de la junta directiva de la Fundación Hyatt, con sede en Chicago, que auspicia el premio. Aravena, de 48 años, es el primer ganador chileno del Pritzker y el cuarto latinoamericano, luego del mexicano Luis Barragán (1980) y los brasileños Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006). Al anunciar su fallo el jurado destacó que "pocos han cumplido las exigencias de ejercer la arquitectura como una labor artística al tiempo que enfrentan los desafíos sociales y económicos. Aravena ... ha logrado ambos y al hacerlo ha expandido significativamente el papel del arquitecto". El currículo de Aravena incluye proyectos públicos, privados y educativos. Ha trabajado en Estados Unidos, en una residencia y un comedor de la Universidad St. Edward's en Austin, Texas, y en Shanghái, China, en un edificio de la empresa farmacéutica Novartis. "La arquitectura es una disciplina colectiva", apuntó Aravena, tras sentirse agradecido por el premio. "Se hace para empezar con las manos de otros, los trabajadores que construyen las obras, a diferencia de un escultor que lo hace con sus propias manos". El Premio Pritzker de Architectura fue creado en 1979 por el fallecido empresario Jay A. Pritzker y su esposa Cindy para reconocer "a un arquitecto vivo cuya obra construida demuestra una combinación de las cualidades de talento, visión y compromiso, que haya producido contribuciones constantes y significativas para la humanidad y para construir el ambiente a través del arte de la arquitectura". El ganador recibe 100.000 dólares y una medalla. Con información de AP