Pocas mujeres han ganado una medalla militar y una tiara en un concurso de belleza. Gal Gadot, la nueva Mujer Maravilla, es una de ellas.Exreina de belleza, amante del motociclismo, antigua instructora de combate en el ejército israelí, a sus 30 años la chica que soñaba con ser abogada está conquistando al planeta entero con un rol que le ha permitido no solo revivir uno de las figuras más emblemáticas de los cómics, sino también empoderar el rol de las mujeres en una industria dominada por hombres.Y aunque su presencia es meramente secundaria en la película Batman v. Superman, muchos espectadores coindicen en que la heroína amazónica le roba el protagonismo a sus dos compañeros. De hecho, muchas de las críticas que se han ensañado despiadadamente contra la película concuerdan en que los momentos más sobresalientes de la cinta son cuando aparece Gadot enfundada con su armadura de princesa guerrera.A la israelí no le ha quedado grande la responsabilidad de revivir el símbolo femenino más importante del mundo de los cómics. Quizás porque fuera del celuloide, más allá de su lazo de la verdad y sus brazaletes reflectantes, su pintoresca trayectoria la hace una mujer maravilla de carne y hueso.El camino a la Mujer MaravillaGal Gadot nació en un pequeño pueblo de Israel. Sus rasgos exóticos provienen de un entramado genético con raíces alemanas, checas, polacas e israelís. Desde pequeña ya se entreveía una despampanante belleza, que la llevó a aplazar a los 18 años sus estudios en derecho para participar en el certamen de Miss Israel, en el 2004. Gadot ganó el concurso y fue a participar a Ecuador, a Miss Universo, donde no tuvo una actuación relevante y se quedó por fuera muy temprano.Aunque la experiencia de haber participado en Miss Universo pudo abrirle muchísimas, Gadot postergó lo que pudo ser una exitosa carrera en el mundo del modelaje para prestar servicio militar en su país. En Israel la ley contempla que las mujeres sirvan al ejército, por lo que es común verlas enfundadas en uniforme de combate. Lo que no es tan usual es que una mujer entrene a los soldados en el uso de armas. Gadot lo hizo, consecuencia de una gran labor en sus primeros tres meses en los campos de entrenamiento.Pasó dos años como instructora militar y cuando hubo concluido en el ejército pensó en hacerse abogada, pero el destino le tenía otros planes.Un director de casting se interesó en ella y la recomendó para hacer audiciones por el codiciado papel de la chica Bond en la entrega Quantom of Solace. Sin embargo, perdió en instancias finales el rol a manos de la ucraniana Olga Kurylenko, quien, por esas coincidencias de la vida, sería su competencia para interpretar a la Mujer Maravilla, pero esta vez el papel fue a parar a manos de la israelí.Sin embargo, el mismo director de casting no quiso quedarse sin aquella mágica combinación de una auténtica femme fatale con aspecto de supermodelo. La convenció de presentarse a otro proyecto, la cuarta entrega de la serie Rápido y Furioso, en la cual Gadot finalmente dio el salto a Hollywood.El director de la cinta, Justin Lin, comentó que una de las razones por la que eligió a Gadot fue por su pericia con las armas, cosa que le caía como anillo al dedo al personaje que interpretaría. La exmodelo demostró en el rodaje que su faceta de “chica ruda” no se había evaporado en el glamour de Hollywood, y exigió hacer cada una de las tomas de riesgo ella misma, sin ningún doble de acción.Su actuación en la saga Rápido y Furioso atrajo la atracción del mundo. La gente se preguntaba de dónde había salido este nuevo talento que parecía llevar a cuestas toda una trayectoria en filmes de acción. La actriz coqueteaba con grandes roles, pero el que se llevó su talento fue Zack Snyder, el encargado de concebir el megaproyecto de llevar al cine el universo de superhéroes de DC. Y así le llegó la oportunidad de convertirse en la primera superheroína de la época de los blockbusters del siglo XXI.  Además, con su aparición en Batman v. Superman, quedó para siempre como la primera Mujer Maravilla del cine.Un símbolo femeninoLa irrupción de la Mujer Maravilla en un panorama de superhéroes casi enteramente dominado por hombres –con pocas excepciones como la Viuda Negra de Los Vengadores o las mutantes de X Men- llegó en el momento en que más se habla de la igualdad de papeles en Hollywood.Un tema siempre controvertido, más en una industria con machismos persistentes, el debate por  la paridad femenina cobró bastante trascendencia cuando Patricia Arquette tocó el tema en su discurso de aceptación al Oscar en el 2015. “Es tiempo de que las mujeres tengamos los mismos derechos”, clamó.Solo unos meses después, Jennifer Lawrence, quien también dio vida a una suerte de heroína en Los Juegos del Hambre, se tomó la vocería y divulgó su enojo al conocer que había recibido significativamente menos dinero que sus compañeros de la película American Hustle, cuando todos los roles eran importantes por igual.Gal Gadot también ha aprovechado su nueva fama como la Mujer Maravilla para concentrar la atención en la desigualdad de las mujeres en el cine. “Aún hay mucho lugar para que más mujeres entren a la industria, no solo actrices, también productoras, escritoras y directoras. Creo que vivimos un momento muy interesante para la mujer en todos los campos. Espero que sigamos así”, manifestó en una conferencia de prensa.En otra ocasión, celebró la irrupción femenina al mundo de los superhéroes: “Me alegro de que estemos trayendo de nuevo a la Mujer Maravilla porque es importante para niñas y niños tener una mujer fuerte como modelo. Cuantas más haya, mejor. Espero que empecemos una tendencia con esto”.Aunque aún es temprano para pronosticarlo, Gadot podría ser el estandarte de una nueva generación femenina en el cine, mucho más apoderada y protagonista que antes. Habría que descubrirlo en el  2017, cuando la princesa amazónica arribe en solitario a las salas de cine del mundo.