En agosto nos vemos, la novela póstuma de Gabriel García Márquez que verá la luz el miércoles, significó un desafío “indescifrable” para el nobel colombiano cerca de su muerte, contaron a la prensa sus hijos Rodrigo y Gonzalo.
Unos 15 años antes de fallecer, en abril de 2014, Gabo emprendió la escritura del libro que cuenta la historia de Ana Magdalena Bach, una mujer que cada agosto visita la tumba de su madre en una isla del Caribe. La protagonista aprovecha los viajes para dejar de lado su vida de castidad y tener citas eróticas con desconocidos.
En 1999, el nobel de Literatura (1982) leyó públicamente el primer capítulo, pero se abstuvo de publicar el resto de la obra ya que no lo satisfacía y se limitó a entregar a sus familiares versiones del manuscrito. Consideraba que era un sinsentido y un “desorden”, por lo que debía desecharse, según contaron Rodrigo y Gonzalo García Barcha en una rueda de prensa virtual ofrecida desde España.
El “libro se le volvió una cosa un poquito indescifrable” en sus últimos años de vida, marcados por enfermedades y la pérdida de la memoria, comentó Rodrigo. Por decisión de sus allegados, los manuscritos y mecanoscritos de En agosto nos vemos fueron alojados en el Harry Ransom Center, una biblioteca de la Universidad de Texas, en Estados Unidos.
De acuerdo con Gonzalo García, las opiniones de académicos que leyeron fragmentos de la obra convencieron a los hermanos de unificarlos en un libro, que se estrenó este 6 de marzo de 2024, día en el que su padre cumpliría 97 años de edad.
“Cuando leímos las versiones nos dimos cuenta de que el libro estaba mucho mejor de lo que recordábamos, entonces empezamos a sospechar que al igual que Gabo perdió la capacidad para escribir, también perdió la capacidad para leer” y por ende “la capacidad para juzgar” sus propios escritos, comentó. Así las cosas, decidieron publicar la obra.
“Arqueología”
Este miércoles salió la versión en español en diversos países y el 20 de marzo será lanzada la versión en inglés, según explicó Pilar Reyes, directora editorial de Penguin Random House. El martes en la noche, la emblemática torre Colpatria de Bogotá se iluminó por varias horas con las imágenes a todo color de la portada del libro.
Pese a que se rumoraba que la novela no tenía un final, los hijos del principal exponente del realismo mágico aseguran que antes de morir desarrolló por completo la historia de Ana Magdalena Bach. “La novela estaba si acaso un poco dispersa en un número indeterminado de originales, pero estaba completa”. Se trató de “un trabajo de arqueología” para unir las partes y llegar a un final, añadió Gonzalo.
Rodrigo anticipó que no existen más novelas ocultas de García Márquez, por lo que En agosto nos vemos es el “último sobreviviente” de su universo literario.
Fallecido en Ciudad de México, García Márquez es considerado uno de los autores más relevantes de la historia y el más importante escritor del “boom latinoamericano”, un fenómeno de las letras que surgió en los años sesenta y setenta. La plataforma de streaming Netflix estrenará este año una serie inspirada en Cien años de soledad, su obra maestra.
Parte de lo que pone a varios a dudar de la validez del manuscrito es si obedeció al rigor en la reescritura, tan típico y característico de García Márquez. No es secreto que Gabo solía pasar por numerosos borradores antes de considerar su obra concluida, y, aun así, como anota el periodista cultural Antonio Lozano, “sus editores sabían bien que no debían confiarse, ya que lo más probable es que llegaran nuevas revisiones –a veces detalles ínfimos, pongamos un adjetivo sacrificado por una alternativa que podía aportar un matiz microscópico, pero relevante a ojos del autor–, al límite de enviar el manuscrito a imprenta”.
Sobre esas suspicacias, que seguramente disiparán las letras, Pilar Reyes ha subrayado: “Tenemos esta novela entre las manos gracias a la decisión de los herederos del autor de publicarla para nosotros, es una decisión feliz en el sentido de que completa una obra, pues vemos en ella no solo un texto absolutamente consistente con el mundo narrativo que García Márquez fue construyendo a través de sus libros, sino el intento de un escritor de escribir contra viento y marea, incluso en las condiciones más adversas, contra sus propias limitaciones”.
*Con información de AFP.