Las palabras son de vital importancia en una cultura como la colombiana, pues con ellas se hace efectiva la comunicación y, a su vez, se establece una jerga popular que los ciudadanos de las diferentes regiones del país adopta para su propio conocimiento, lo que significa que puede pasar que fuera del territorio algunas combinaciones de letras no sean entendidas por completo.
Colombia se caracteriza por ser un país diverso en sus personas, lo que significa que en los modos de expresarse también; además, no se puede dejar a un lado los múltiples acentos que predominan y suelen ser imitados por los extranjeros.
En ese sentido, la autenticidad del país de la bandera Tricolor es más que notoria, razón por la cual las palabras que se pronuncian en la nación, y no son comprendidas fuera de ella, llaman la atención.
Precisamente, el Instituto Caro y Cuervo (ICC), centro de altos estudios que busca ahondar sobre la literatura, filología y lingüística en relación con el idioma español, y se encuentra ubicado en Bogotá, se juntó con la Academia Colombiana de la Lengua y el Ministerio de Cultura de Colombia para crear el que es un Diccionario de Colombianismos compuesto por ese conjunto de letras, oraciones, dichos, expresiones, etc., que los colombianos suelen decir en su día a día.
En ese orden de ideas, al ser Colombia un país de matices y colores, los modos de hablar predominan y, por lo tanto, dicho diccionario tiene alrededor de 6.000 entradas, 1.500 expresiones, 8.000 definiciones y 4.500 ejemplos.
Junto a ello, lo que se busca es hacer una representación y explicación más amena de las palabras, incluso con imágenes o ilustraciones.
“Se caracteriza por ser un diccionario actual, con un vocabulario de uso frecuente, cotidiano, tan rico y variado como el país mismo. Con esta nueva expedición al patrimonio léxico colombiano, el Instituto Caro y Cuervo ha querido contribuir a la documentación del español hablado en Colombia”, explica ICC.
Así las cosas, estos son varios de los ejemplos que se pueden leer en la composición escrita de definiciones de las únicas palabras que nacieron en Colombia.
Palabras de Colombia para el mundo
- Pichirilo: m. inf. Carro pequeño, generalmente viejo y destartalado.
- Changua: f. Cund. Boy. Caldo que se prepara con leche, sal, cilantro y cebolla.
- Sumercé: pron. Cund. Boy. Forma de tratamiento, segunda persona del singular, que expresa respeto y afecto.
- Arruncharse: prnl. inf. Dormir con el cuerpo encogido o muy abrazado a alguien. Los psicólogos recomiendan a los matrimonios arruncharse y tener una charla romántica con la pareja.
- Totuma: f. Vasija rústica que se obtiene de la corteza seca del fruto del totumo. En el baño ritual de las seis de la mañana […] nos echábamos agua de la alberca con una totuma y terminábamos empapados.
- Envolatar: (tb. embolatar) v. 1 inf. Distraer, generalmente con el fin de engañar. 2 inf. Perder algo que se ha cambiado de sitio y no se tiene memoria de su ubicación. 3 inf. Hacer compleja o dilatar la solución de algún asunto. 4 Concentrarse exclusivamente en una ocupación o tarea. 5 Caribe Ponerse de mal genio.
- Tetiado: da adj. inf. Referido a alguien o algo, que está lleno en exceso, atiborrado. Pero aquí hay dos cosas. Una, el problema de TransMilenio, que va ‘tetiado’; y otra, la agresión, el morbo, la falta de autoridad y de castigo.
- Corrientazo: m. inf. Almuerzo que se vende en pequeños restaurantes o cafeterías a bajo precio. Estos son los ingredientes que componen el clásico corrientazo: arroz, carne, papa y plátano.
- Guayabo: 1 Árbol que alcanza los 7 metros de altura, con hojas simples, alargadas u ovaladas, y flores blancas pequeñas. 2 inf. Tristeza o desazón que se siente por la falta de una persona o cosa. 3 inf. Malestar con el que se amanece luego de haber bebido alcohol excesivamente. El guayabo incluye todos los malestares físicos imaginables, además de letargo, depresión, irritación, nerviosismo, entre muchas otras desdichas.
Como las anteriores, hay cientos de palabras con definiciones en el Diccionario de Colombianismos. La propuesta nació en 2010 y hoy en día, luego de una ardua investigación y ayuda, es una realidad.
El ICC detalla que “el concepto de colombianismo que se maneja en el diccionario es diferencial; es decir, el término debe usarse en cualquier región de Colombia, pero no en el español peninsular”.
Así mismo, cada término se encuentra acompañado de una marca para que el lector sepa el contexto en el que se da uso a la palabra; de hecho, se comparten algunos tipos incluidos, aparte de los ya mostrados, como:
- Del español general de Colombia (fritanga, separador, tapabocas, pestañina).
- De uso frecuente (buseta, gaseosa).
- Jergales y coloquiales (parcero, cachezudo, locha, abeja).
- Del folclor y la cultura (gaita, joropo, marimonda).
- De fauna y flora (ñame, cachama, veranera).
- De diversas regiones (golero, mañé, saltalecho)
- Rurales frecuentes (joto, quimbas).
- Extranjerismos o neologismos (cover, canopy).
- Expresiones (con todos los juguetes, sacar la mano, picar el ojo).