Con los primeros casos de coronavirus reportados en Colombia, todo se detuvo. Las fábricas cerraron sus puertas, los hoteles se quedaron sin turistas y miles de artistas se quedaron sin espectadores. Uno de los gremios más afectados fue el de los músicos: se acabaron las presentaciones, los eventos públicos y hasta los ensayos. Lo que pocos imaginaban es que en medio de la cuarentena obligatoria declarada para tratar de contener la propagación del virus, la tecnología iba a terminar al servicio del arte. Ese precisamente fue el caso de la banda sinfónica de la Policía, que funciona en la Escuela de Cadetes General Santander, en el sur de Bogotá.
Allí, cumpliendo con los requisitos del aislamiento obligatorio, los 30 artistas que componen la agrupación se organizaron para rendir un homenaje a José Barros con lo que tenían a la mano: su celular. Cada músico se grabó con su teléfono interpretando un fragmentos de La piragua: trombones, clarinetes, saxofones y tubas son algunos de los instrumentos que se pueden escuchar en el producto final. Luego, con la ayuda de la tecnología, los artistas lograron ensamblar cada uno de los fragmentos de grabación. "El video se realizó con celulares y fue sometido a un intenso trabajo de edición, sincronización y mezcla. Todo fue realizado bajo la supervisión del director y con el objetivo de aportar institucionalmente a la coyuntura que vivimos en medio de la emergencia sanitaria y las medidas de aislamiento personal", cuentan.
El resultado es tan bueno que da la sensación de que los músicos hubieran tocado en un mismo espacio, agregan los artistas dirigidos por el maestro Óscar Hernán Benavides. La agrupación continúa con sus rutinas de ensayo, que se determinan de acuerdo con los compromisos institucionales, pero nunca faltan. A pesar del trabajo que deben hacer dentro de la escuela, siempre buscan la posibilidad de ensayar al menos tres veces a la semana en sesiones de por lo menos tres horas.