El cuarto capítulo de la última temporada fue el mejor anticipo de la gran guerra que se viene. La lucha por el trono se volvió a equilibrar y ahora, como desde el principio, todo depende de la astucia, las traiciones, la estrategia y las alianzas. Como siempre, nada está garantizado y en cualquier momento cualquiera puede morir. Lea la nota completa aquí