"¡Creo que me descubrieron! ¡Soy una nerd!", dice Natalie Portman riendo sobre las respuestas frenéticas que hubo en internet a una entrevista reciente que tuvo con el autor Jonathan Safran Foer.La revista Style Magazine del New York Times le pidió a Foer que entrevistara a Portman sobre su ópera prima, Una historia de amor y oscuridad (en inglés "A Tale of Love and Darkness"). No estaban en la misma ciudad, por lo que hicieron la entrevista vía email, lo que la revista luego presentó evasivamente como un intercambio de verdaderos emails entre dos amigos.La gente en internet estaba confundida. Algunos lectores se burlaron ante el vocabulario literario y por momentos pretencioso y las ideas intercambiadas entre los dos como si se hubieran tropezado con algo privado y profundamente vergonzoso."Claramente era para una entrevista", dijo Portman. "Puedo entender que resulte gracioso si esos fueran nuestros ‘hola Jonathan, cómo estás‘ en emails normales, que no es para nada el caso. ... No es lo que escribimos en una tarde de martes, obviamente".Portman, sentada en un sofá en la sala soleada de su suite en el hotel Beverly Wilshire, trata de no ponerle atención a esto. Por ejemplo, hizo lo que se suponía que tenía que hacer: concentrarse en Una historia de amor y oscuridad. Y el único descubrimiento medio real que puede sacar de esto es que, bueno, es una "nerd".Esto no debería ser una sorpresa para nadie, ni siquiera para los que están poco familiarizados con Portman, quien logró evolucionar de estrella infantil de cine a una actriz ganadora del Oscar en su edad adulta, sin dejar de priorizar sus intereses intelectuales y mantener una distancia saludable con la fama.Ahora, a sus 35 años y siendo madre de familia, Portman se emociona al charlar sobre la evolución del hebreo tanto como al hablar de sus películas recientes. Este es uno de esos momentos en los que tiene el lanzamiento de varios proyectos al mismo tiempo, a pesar de que algunos fueron filmados hace varios años, como Knight of Cups y Jane Got a Gun.También realizó la cinta próxima a estrenarse sobre la vida de Jacqueline Kennedy Jackie, que será presentada en festivales a finales de este año, y tiene otros planes para 2017, incluyendo Annihilation de Alex Garland y la próxima cinta de Xavier Dolan.Pero uno de los que más la conmueven es Una historia de amor y oscuridad, que se exhibe actualmente en Estados Unidos. Si alguna vez ha hecho un proyecto por amor se trata de este. Portman ha trabajado en la adaptación de las memorias de Amos Oz casi una década. La cinta retrata la infancia del autor en las décadas de 1940 y 1950, el surgimiento del Estado Judío y la pérdida de su madre depresiva, a la cual interpreta Portman.Le puede interesar: Natalie Portman y su proyecto más personalAmos "me dio muchos ánimos", dijo. "Dijo ‘por favor haz tu propia película, el libro ya existe, no necesitas filmar el libro‘‘‘.Por años dejaba el guion, y lo retomaba un poco mayor y con una perspectiva de la vida más grande para agregárselo. Entonces su esposo, el actor francés Benjamín Millepied, recibió un empleo en París. Al saber que un cambio de residencia sería inminente, se volvió una cuestión de ahora o nunca para Portman. Así que metieron su vida en una maleta y se mudaron a Israel por cinco meses y simplemente hicieron la película."Había escuchado tantas historias en toda mi infancia, de mis abuelos que vinieron de Europa del Este a Israel y luego a Palestina y la creación del Estado. Es un momento muy loco de la historia", dijo Portman. "Nutría tanto mi imaginación cuando estaba creciendo, escuchar todas esas historias y pensar sobre cómo debió ser venir de la fría y oscura Europa al soleado, polvoriento y caluroso desierto de Oriente Medio".Portman tomó la decisión atrevida de hacer la película totalmente en hebreo para dar una sensación de autenticidad con el periodo.En el plató la actriz intentó crear una energía familiar. Ella tenía 11 años cuando obtuvo su primer papel en "The Professional". Amir Tessler, quien interpreta al joven Oz, tenía ocho."He trabajado en sets toda mi vida", dijo. "Fui una niña en el set y teníamos a un niño como protagonista así que realmente quería que fuera un ambiente positivo para él".También se sintió afortunada por hacer la película en Israel, donde, cree, la gente está acostumbrada a que haya hombres y mujeres por igual en posiciones de poder y a respetarlo ya que ambos sexos realizan su servicio militar.Con más de 25 años trabajando frente a la cámara, Portman aprovechó de los aprendizajes que le han dado los directores con los que ha colaborado: la disposición de Darren Aronofsky para escuchar ideas de todos y los métodos poco convencionales de Terrence Malick para "inspirarse en la vida". Pero al final de cuentas, sabía que tenía que seguir sus propios pasos.Portman acaba de regresar a vivir a Los Angeles con su esposo y su hijo, Aleph, y está esperanzada por este nuevo capítulo en su vida en el que seguirá actuando y también espera dirigir.Le recomendamos leer: Natalie Portman en la piel de Jackie KennedyTambién ha tratado de involucrarse más con los cineastas con los que elige trabajar a diferencia de como lo hizo al comienzo de su carrera."Le estás quitando tiempo a tu familia en vez de ir simplemente a trabajar, si no estarías en casa leyendo un libro", dijo. "Las expectativas son muy grandes".