Una canción de despecho no podía faltar entre los clásicos de la música colombiana. En esta nueva entrega del pódcast de SEMANA Historia de un clásico, Oswaldo Franco, compositor de “Me bebí tu recuerdo”, y Galy Galiano, quien la inmortalizó, cuentan las anécdotas detrás de su creación y de cómo llegó a manos del reconocido intérprete.
Fueron 20 años los que tardó Oswaldo para dar con las palabras exactas que describieran su dolor. Todo arrancó con una novia que, por la distancia, lo dejó por otro. Él conservó su foto y en las parrandas con sus amigos hizo de este objeto el centro de atención. “Yo colocaba la foto en la mesa con mis amigos, y cuando estaban borrachos la abrazaban y besaban. Lloraban conmigo”, recuerda.
La inspiración final llegaría mucho después: “Estaba yo con la guitarra tocando en un cuarto piso, cuando de repente sonó en una casa vecina, que tenían un radio a todo volumen, la canción Te solté la rienda, de José Alfredo Jiménez. Yo llevaba siete años intentando terminar la canción. Cuando escuché: “Se me acabó la fuerza de mi mano izquierda (...) se me alumbró el bombillito”, cuenta Oswaldo.
Pero no era suficiente una letra que verso a verso le cantaba de manera tan profunda al desamor, había que encontrar al intérprete adecuado. Y Galy Galiano entendió perfectamente la canción. “Un intérprete es aquel que puede tener el sentido para saber cuál puede ser el vestido de una canción”, narra Galiano en este episodio.
Cuando Galy aceptó cantar la canción de Oswaldo, ya tenía una carrera de 15 años en la que había cantado baladas, salsa y música de despecho. Llegaba, entonces, al complejo y competido género de la ranchera. “Desde el primer momento que escuchamos el demo, sentimos que se iba a convertir en un clásico” dice Galiano.
No estaba equivocado. Gracias a “Me bebí tu recuerdo”, Galy se convirtió, además del artista popular más sonado de 1996, en el primer músico colombiano con tres canciones en un listado Billboard en esa misma década.
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