La noche del sábado 22 de abril, los más de tres mil asistentes al Palacio de los Deportes de Bogotá se entregaron de lleno a la nostalgia y al presente para rendirle honor a El Dorado, el disco más importante de Aterciopelados y pilar fundamental del rock colombiano.

Lanzado hace 28 años, el trabajo de la agrupación bogotana evoca toda una iconografía alrededor de la famosa leyenda, pero su cantante, a su cándida manera, supo recalcar una vez más que bautizaron así el disco en su aspiración de llegar al aeropuerto de la capital (cuyo nombre sí inspiró la leyenda) y salir volando. En su carrera, no es exagerado decirlo, Aterciopelados ha logrado conjugar ambas vertientes desde su arte musical, porque Aterciopelados es oro y leyenda y porque es alas también.

Desde 1993, Andrea y Héctor hacen música juntos bajo el nombre de Aterciopelados. Son 30 años de una banda sin igual. | Foto: Guillermo Torres Reina

Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, la “gomelita” y el “punk” que se conocieron para redirigirse los caminos y acompañarse por décadas de creación musical, para ser protagonistas de una vibrante escena de rock latinoamericano en los años noventa, que camaleónicamente han atravesado eras y mensajes, siguen haciendo historia patria musical con su recorrido, llevaron a la vida un trabajo que entre sus muchos acordes repasa la historia de las últimas década de este país.

Todas las bienvenidas fueron rituales en este concierto... | Foto: Guillermo Torres Reina
Rubén Albarrán se unió a la banda para cantar "Mujer Gala". | Foto: Guillermo Torres Reina
De lo dulce y ceremonioso de la introducción de Rubén Albarrán a lo rockero y contundente de un himno eterno. | Foto: Guillermo Torres Reina

Para hacerlo invitaron a cantantes de la talla de Carlos Vives, quien en ese 1995 también lanzó un disco que hizo olas, La Tierra del Olvido, y Rubén Albarrán, quien con su agrupación Café Tacvba había dejado en 1994 otro disco fundamental para el movimiento musical latinoamericano, Re.

Carlos Vives unió su voz a "Bolero Falaz" con Andrea, después de una introducción por parte de la cantante que rememoró viejos tiempos noventeros en los que fueron vecinos de bares en el centro de la ciudad. Luego de un muy fresco, "Marica, ¿me va a dejar esperando, o qué?", Vives salió. "Qué dicha que esté acá, ¡papasote!", exclamó entonces Echeverri. | Foto: Guillermo Torres Reina
Y es que cuando "Bolero Falaz" estalla, se salta y se canta... | Foto: Guillermo Torres Reina
Concierto Aterciopelados 28 años de "El Dorado" | Foto: Guillermo Torres Reina

En ‘El Palacio‘ hizo presencia nuestro fotógrafo Guillermo Torres Reina y dejó estas memorables postales del evento y de las figuras gigantes de Andrea Echeverri, una voz que no ha tenido comparación ni lo tendrá, y de Héctor Buitrago, un absoluto motor cultural.

Andrea no oculta sus sentimientos, tampoco mide sus palabras, y se le aprecia muchísimo por eso. | Foto: Guillermo Torres Reina
¿Ser de luz? | Foto: Guillermo Torres Reina
La "gomela" estudiante de Bellas Artes y el punkero primero fueron pareja sentimental, luego forjaron una amistad y una alianza musical que sigue creando 30 años después. | Foto: Guillermo Torres Reina
Héctor y Andrea comenzaron a hacer música en 1990, bajo el nombre de Delia y los Aminoácidos. Es un gozo verlos treinta años después compartiendo arte y mensajes que siguen impactando. | Foto: Guillermo Torres Reina
Hubo lugar para muchos ritmos variados en este concierto, porque eso ha sabido congregar en su propuesta esta enorme banda. | Foto: Guillermo Torres Reina
Mucho ha pasado desde que Héctor integraba La Pestilencia, de la que fue un integrante fundador. Cuando conoció a Andrea sabía que ya quería cambiar de aires. Y mírenlos ahora... | Foto: Guillermo Torres Reina
La gente agotó las boletas. Las que primero se vendieron fueron las correspondientes a las tribunas con niños y jóvenes. | Foto: Guillermo Torres Reina
Una verdadera fiesta intergeneracional cerró por lo alto en el Palacio de los Deportes. | Foto: Guillermo Torres Reina