La magia de Pet Shop Boys volvió a Colombia este sábado, 9 de diciembre, en una noche en la que el pop electrónico de este famoso dúo inglés contagió a los más de 9.000 asistentes seguidores de una agrupación que rememora las mejores épocas del pop británico de los años ochenta y noventa, en un subgénero denominado synthpop, que con ayuda de sintetizadores le dio un aire más movido a la música pop y que grupos del presente siglo como Capital Cities, The Killers o Scissor Sisters han sabido aprovechar muy bien en sus propuestas musicales.

Pet Shop Boys o en su traducción al español ‘los chicos de la tienda de mascotas’, fueron la primera gran cuota del popular festival de Barcelona (España) Primavera Sound, que decidió inaugurarse en Colombia bajo la propuesta de ‘Road to Primavera’, festival de dos días, corto en artistas, pero grande en propuestas musicales como lo es también The Cure, agrupación que este domingo completa el cartel del evento musical.

La magia de Pet Shop Boys volvió a Colombia este sábado, 9 de diciembre, en una noche en la que el pop electrónico de este famoso dúo inglés contagió a más de 9.000 asistentes en el Movistar Arena de Bogotá. | Foto: Semana

Los encargados de abrir este concierto fueron Minyo Cumbiero, una interesante propuesta musical compuesta en su mayoría por japoneses y quienes encontraron en la cumbia una apuesta artística de sonido inigualable que se mezcla con ritmos japoneses del siglo 13 y que con temas como ‘Sake en el guaro’ supo dar el mensaje de conexión entre lo que quieren llevar de ambas culturas en su música.

El dúo fantástico integrado por Neil Tennant, cantante, y Chris Lowe, tecladista, ambos además compositores, aparecieron en el escenario sobre las 9:12 de la noche, luego de que una de las grandes pantallas del show mostrara los colores de la bandera de Ucrania, tal vez como un mensaje de apoyo al país europeo que aún enfrenta una cruel guerra por parte de Rusia.

La voz de Tennant arrancó potente con ‘Suburbia’, uno de los primeros hits de los británicos compuesto en 1986, dando paso a un destello de luces blancas y verdes en la pantalla que mostraban los rostros de Tennant y Lowe al estilo Matrix. El turno luego fue para éxitos como ‘Can You Forgive Her?’ y ‘Opportunities (Let’s Make a Lot of Money)’, himnos que rememoraron sus mejores inicios.

Fue una noche de energía, luces destellantes y pop electrónico sin parar. | Foto: Semana

Llegó el primer saludo de Neil Tennant a Bogotá y la interpretación de uno de los covers más famosos que tienen, ‘Where The Street Have No Name (I Can’t Take My Eyes Off You), tema de U2 célebre a principios de la década de los noventa y que los Pet Shop Boys revivieron muy a su estilo de trompetas y sintetizadores. Las imágenes de infancia, de familia, de amores del pasado, de los rostros juveniles de ambos británicos colmaron de nostalgia el recinto en canciones como ‘Rent’, ‘So Hard’ y ‘Left to My Own Devices’, esta última en la que Tennant reapareció y sorprendió con un nuevo atuendo de traje y gorra militar blanca.

En ese momento, el ambiente se puso más de fiesta, con un sinfín de colores en las pantallas, el retumbe de tambores y la introducción del tema ‘Se a vida é (That’s the Way Life Is)’, de su famoso disco de portada amarilla ‘Bilingual’ del año 1996, y que recuerda que el mensaje de la música de Pet Shop Boys al final es diversión y amor por la vida, pese a las circunstancias o dificultades que se enfrenten por el camino.

Esta antesala sirvió para que el público estallara de la emoción con ‘Domino Dancing’, del disco ‘Introspective’ de 1988 y uno de sus más grandes éxitos, esta vez en una versión mejorada con arreglos de nuevos beats electrónicos. Sin dar un respiro, enseguida llegó ‘New York City Boy’, una canción homenaje a la ciudad estadounidense considerada ‘la capital del mundo’ o ‘la gran manzana’ y con la que a finales de los años noventa los Pet Shop Boys cautivaron a nuevas audiencias amantes de la música dance.

Pet Shop Boys en concierto en Bogotá, el 9 de diciembre de 2023, en el Movistar Arena. | Foto: Semana

Los ánimos se calmaron cuando Neil Tennant interpretó una hermosa versión acústica de ‘You Only Tell Me You Love Me When You’re Drunk’, del disco ‘Nightlife’ de 1999, pero la montaña rusa de emociones volvió al recordarlos con el movido ‘Paninaro’ en el que el teclista Chris Lowe, que casi nunca habla, cantó sobre pasión, sexo, amor y dinero.

De nuevo Tennant agradeció a Bogotá por recibirlos en su tercera visita al país, luego estar en la ciudad por primera vez en 1994 y en el apogeo de su carrera, con una voz impecable y que no sonaba para nada cansada o desgastada, aún más cuando ya está por llegar a sus 70 años.

El dúo británico Pet Shop Boys.

El concierto siguió con un momento sublime, la interpretación de ‘Always on My mind’, tal vez uno de los temas por los que el público adora más a los Pet Shop Boys, quienes hicieron su versión de este tema de Gwen McCrae que también interpretó en su época el famoso Elvis Presley. Continuó con uno de sus temas más nuevos ‘Dreamland’, interpretado en su versión original con el grupo juvenil Years and Years y el cual lleva el mensaje de que en el mundo todavía existen tierras de ensueño en donde todo lo bueno puede ser posible, y que fue inspiración del nombre de su actual tour ‘Dream World’, que reúne sus grandes éxitos en vivo y en 2024 continuará por varias ciudades de Europa.

Los éxitos no pararon allí, y vestidos con chaquetas color plata que brillaban en el escenario, los Pet Shop Boys cantaron ‘Hard’, ‘What Have I Done to Deserve It’, ‘It’s Alright’ y el gran himno por excelencia de los británicos ‘Go West’, aquel que recuerda la famosa ‘YMCA’ de los Village People.

Neil Tennant agradeció a Bogotá por recibirlos en su tercera visita al país, luego estar en la ciudad por primera vez en 1994 y en el apogeo de su carrera, con una voz impecable y que no sonaba para nada cansada o desgastada. | Foto: Semana

La noche de energía, luces destellantes y pop electrónico sin parar se fue cerrando con la explosiva interpretación de ‘It’s a Sin’, del disco ‘Actually’ de 1987, y uno de sus temas más alabados, esta vez mostrado en un rojo intenso de las pantallas, como una apología al pecado o a lo prohibido, y en la que el público saltó y gritó del éxtasis provocado por la energía de la canción.

Luego vinieron ‘West End Girls’, un sensual y provocativo tema que los dio a conocer en 1986, y el emocionante y suave ‘Being Boring’ con el que al mejor estilo y elegancia ingleses cerraron dos horas de un concierto que fue impecable, emocionante y para recordarlos de nuevo, por muchos años, como lo mejor que tiene la música de Londres.