El fallido operativo en el que perdieron la vida el gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y el ex ministro Gilberto Echeverri, junto a ocho soldados y policías, ilustra un dilema que han tenido que sortear casi todos los presidentes en la historia contemporánea de Colombia. El deterioro de la situación de orden público y el auge del terrorismo han hecho que los gobernantes, con creciente frecuencia, deban poner en la balanza la razón de Estado contra la vida humana. En algunas ocasiones se han logrado finales felices, como ocurrió en 1980, cuando durante el mandato del presidente Julio César Turbay Ayala un comando del M-19 se tomó la embajada de la República Dominicana. Tras una complicada negociación los guerrilleros viajaron hacia Cuba con los 15 rehenes y un millón de dólares entregado por el gobierno. En otros casos se ha negociado no tanto para salvar vidas sino para evitar más muertes. Como ocurrió con el presidente César Gaviria y el narcotraficante Pablo Escobar. El capo había demostrado que era capaz de aterrorizar al país matando candidatos, ministros y periodistas, e incluso haciendo explotar un avión en pleno vuelo. El gobierno -y los colombianos- se convencieron de que era mejor ceder ante sus exigencias de eliminar la extradición y dejarlo construir su propia cárcel con tal de suspender la ola de crímenes y atentados. No es fácil que estas situaciones terminen de forma satisfactoria. Los gobiernos se debaten entre su deber constitucional y las exigencias de los terroristas, las cuales muchas veces son imposibles de aceptar. La historia de Colombia está llena de casos que evidencian esta situación. Prácticamente todos los presidentes de los últimos años han tenido que cargar con esta cruz. Estos son algunos de los casos más recordados. José Raquel Mercado El 19 de abril de 1976 el líder sindicalista de la CTC José Raquel Mercado fue secuestrado por el M-19, que lo acusaba de traición a la clase obrera. El grupo exigía al gobierno del presidente Alfonso López Michelsen reformar la legislación laboral de Colombia a cambio de respetar la vida del sindicalista. Después de múltiples comunicados de protesta contra el sistema y el régimen laboral, el M-19 asesinó al dirigente sindical y abandonó su cadáver en el occidente de Bogotá. El Palacio de Justicia El 6 de noviembre de 1985 el M-19 se tomó el Palacio de Justicia en Bogotá. Los guerrilleros exigían que el presidente Belisario Betancur se presentara en el lugar de la toma para ser objeto de un juicio público por sus actos como gobernante. Ante una exigencia tan extrema el Ejército atacó el edificio, donde se encontraban más de un centenar de rehenes, quienes en vano suplicaron en varias oportunidades el cese al fuego. El edificio y sus archivos fueron arrasados por las llamas. Murieron más de 100 personas, entre ellos 11 magistrados. Marina Montoya En 1990 Pablo Escobar secuestró a Alvaro Diego Montoya, hijo de Germán Montoya, entonces secretario privado del presidente Virgilio Barco, y a dos miembros de la familia Echavarría. Su objetivo era presionar para que se aboliera la extradición y negociar un acuerdo entre el grupo de 'Los Extraditables' y el gobierno. A través de intermediarios se pactó que los tres secuestrados serían liberados sin pagar rescate a cambio del inicio de un 'diálogo' entre los narcos y el gobierno. Se acordó la creación de una comisión nombrada por el gobierno. Barajaron nombres para liderar el proceso y el más opcionado era Otto Morales Benítez. Pero luego de que los rehenes fueron liberados la creación de la comisión quedó en el aire. Como retaliación Escobar ordenó el secuestro y el posterior asesinato de Marina Montoya, hermana de Germán, el 24 de enero de 1991. Diana Turbay La periodista Diana Turbay Quintero, directora de la revista Hoy X Hoy e hija del ex presidente Julio César Turbay, fue asesinada en una finca en Copacabana, Antioquia. Diana había sido secuestrada el 30 de agosto de 1990 luego de que 'Los Extraditables' le tendieran una trampa haciéndole creer que podría entrevistarse con 'El Cura' Pérez, entonces líder del ELN. El 25 de enero de 1991 las tropas, por orden del presidente César Gaviria, se acercaron a la finca en donde permanecía la periodista. Sus captores emprendieron la fuga pero en medio del fuego cruzado con el Ejército Diana recibió un disparo mortal en la espalda, cuya procedencia aún no se ha logrado esclarecer. Consuelo Araújo La ex ministra de Cultura Consuelo Araújo Noguera fue secuestrada por el frente 59 de las Farc el 24 de septiembre de 2001, junto con otras personas, en un retén entre Patillal y Valledupar. Al día siguiente de su plagio el presidente Andrés Pastrana ordenó un operativo de rescate en cercanías a la Sierra Nevada de Santa Marta. Luego de cuatro días de caminar descalza con sus captores y vestida con un uniforme de camuflaje tenía los pies destrozados y se volvió una carga para los guerrilleros. Ante eso y la presión del Ejército los secuestradores decidieron asesinarla con cuatro disparos.