La multinacional agroalimentaria Chiquita Brands recibió dos nuevas demandas en un tribunal federal en Washington relacionadas con el asesinato y la tortura de 931 personas en la zona bananera de Urabá, en Colombia. Uno de los casos hace referencia a la matanza de 254 personas a manos de las FARC en esa zona bananera, informó a EFE el abogado de las víctimas, Paul Wolf. Según Wolf, Chiquita ha admitido ante los tribunales que pagó a las FARC desde 1987 y hasta 1999 para proteger sus fincas bananeras del EPL. "La situación en la zona de Urabá cambió drásticamente a mediados de los 90, cuando los narcotraficantes y los dueños de las grandes plantaciones crearon las AUC para protegerles de las FARC", dijo. Entonces "Chiquita cambió de bando al contratar a las AUC para protegerles de las FARC, mientras los remanentes del EPL fueron integrados en las AUC", explicó. El otro caso hace referencia al asesinato de 677 personas por parte de las AUC, la mayoría muertos entre 1995 y 1996, que no fueron incluidos en previas demandas. En el 2007, la compañía se declaró culpable de pagar 1,7 millones de dólares a los paramilitares colombianos entre 1997 y 2004 por la que fue condenada a pagar una multa de 25 millones de dólares.  EFE.