El pasado lunes 31 de julio, el exjugador del FC Barcelona y de la selección brasileña Dani Alves será finalmente juzgado por la presunta violación de una joven en una discoteca de Barcelona, hechos por los que está en prisión desde enero, informó la justicia española.
Todavía no hay fecha para este juicio “por los cargos por los que siempre estuvo abierto el proceso, es un delito de agresión sexual”, dijeron a AFP fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (noreste). Según la prensa española, Alves irá el miércoles de la cárcel a los juzgados de Barcelona, donde la jueza le notificará su resolución y le impondrá el pago de 150.000 euros (645 millones de pesos colombianos).
Esta “fianza” servirá para cubrir eventuales daños y perjuicios, no para salir en libertad condicional, dijeron estas fuentes. De este modo, la jueza da por finalizada la investigación del caso y se abre ahora la fase penal para Alves, que, sin circunstancias agravantes, podría ser condenado hasta 12 años de cárcel.
Abogado revela detalles
Tras conocerse esta decisión, este martes, el abogado del jugador Cristóbal Martell aseguró que Alves se encuentra “muy fuerte, entero”. Según se ha conocido, Martell junto a la también abogada Miraida Puente Wilson, ha visitado esta mañana al futbolista en la cárcel Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) para preparar su comparecencia de mañana ante la jueza instructora, que lo ha citado para notificarle su procesamiento y darle la ocasión de volver a declarar, antes de enviar el caso a juicio.
El letrado, que no ha querido adelantar si el internacional brasileño hará algún tipo de declaración mañana ante la jueza, ha afirmado que lo ha visto “muy bien, como siempre” y que se encuentra “muy fuerte, entero”.
Alves se mantiene en su inocencia
El exjugador alegó su inocencia en declaraciones para el medio La Vanguardia: “Hasta ahora se ha explicado un relato ‘asustadizo’ de miedo y de terror, que nada tiene que ver con lo que pasó ni con lo que hice. Yo entré detrás de ella. Ni cerré la puerta con pestillo. La puerta estuvo abierta en todo momento, podría haberme ido porque yo permanecí sentado prácticamente todo el rato sobre la tapa del water.
A la única persona a la que tengo que pedir perdón es a mi mujer, Joana Sanz ¿A la víctima? Se me ocurre que hay alguien que le aconsejó mal… Que se sintió mal después de hacerlo, que dio un paso adelante y que no ha sabido salir del lío en el que se ha metido y en el que me ha metido”.
En una entrevista publicada en junio por el diario barcelonés La Vanguardia, la primera desde que ingresó en la cárcel, Alves sostuvo que era inocente.
“Tengo la conciencia muy tranquila de lo que ocurrió aquella madrugada en el baño del reservado de la discoteca Sutton. Lo que ocurrió y lo que no ocurrió. Y lo que no ocurrió es que yo obligara a esa mujer a hacer nada de lo que hicimos”, explicó Alves al diario desde la prisión en la que se halla, a unos 40 km de Barcelona.
“No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en baño”, defiende Alves, que asegura que las relaciones fueron en todo momento consentidas por los dos.
En la extensa conversación, el defensor justificó sus diversos cambios de versiones sobre lo ocurrido por el miedo a perder a su esposa.