Zlatan Ibrahimovic se retiró oficialmente al final de la campaña anterior con un discurso emotivo en San Siro, el cual hizo que derramaran lágrimas todos los que estaban en el estadio, incluidos sus compañeros, que lo ovacionaron con un aplauso en señal de despedida.
Pero durante un octubre decepcionante, en el que Milan ganó apenas un partido, los rossoneri habrían estado en contacto constante con el exfutbolista de 42 años para plantearle un posible regreso al club, ahora en algún puesto de oficina, aprovechando su imagen redentora ante los fanáticos.
El estadounidense Gerry Cardinale, dueño del Milan, se reunió con Ibrahimovic durante dos días consecutivos en septiembre. Habría más conversaciones alrededor del martes (7 de noviembre), cuando Cardinale estará de vuelta en la ciudad para presenciar el partido de la Liga de Campeones ante el París Saint-Germain.
Así, los rossoneri se preparan para una semana clave dentro y fuera de la cancha, mientras buscan recuperar su mejor forma. La primera prueba será enfrentando el domingo a Udinese, como preparación antes de recibir a Mbappé y toda su banda de visita el miércoles de la próxima semana (8 de noviembre).
Milan comenzó octubre en la cima de la Serie A, pero ha caído ahora al tercer sitio, aunque solo tres puntos detrás del líder, Inter. Tuvo dificultades para superar 1-0 al recién ascendido Genoa, cayó en casa ante la Juventus y dilapidó una delantera de dos goles para igualar 2-2 en la cancha de Napoli.
Deberá tener una jornada más sencilla el sábado, frente al Udinese, uno de los dos conjuntos que no han ganado un solo encuentro de esta campaña en la Serie A.
Pero el técnico Stefano Pioli tendrá que decidir si corre el riesgo de dar descanso a algunos jugadores de cara al partido ante el PSG, tres días después en la Champions. En el máximo certamen continental, la situación es aún más comprometida.
Milan no ha conseguido una victoria ni ha marcado siquiera un gol en la Liga de Campeones en esta edición. Es colero del Grupo F con apenas dos puntos. La semana pasada cayó por 3-0 en París y le resta solo la segunda vuelta para tratar de resurgir y, al menos, pelear por el cupo a Europa League, donde hay equipos de renombre como Liverpool, Marsella, Roma y Bayer Leverkusen.
Tras esa derrota, que llegó apenas tres días después del revés ante la Juventus, Milan pareció repuntar. Tomó una ventaja de 2-0 al descanso en Nápoles, con dos dianas de Olivier Giroud, pero terminó con un solo punto.
“Estoy un poco frustrado y molesto con este resultado, porque teníamos el partido en nuestras manos”, dijo Giroud. “Queríamos tener una reacción después de esas dos derrotas”.
Ibrahimovic mejoró la situación del Milan en enero de 2020, cuando volvió al club. Aunque sus actuaciones en la cancha fueron clave para que los rossoneri ganaran el título al año siguiente, su contribución fue incluso más importante fuera del terreno.
Fungió como líder y mentor de varios jugadores jóvenes del Milan, a quienes ayudó con su experiencia. Dio consejo y aliento desde la línea de banda cuando no pudo jugar.
Tuvo siempre una buena relación con Pioli, quien estaría agradecido por tenerlo de vuelta, esta vez desde un lugar al que no está acostumbrado, pero en el que haría un diferencial al tener contacto directo y respeto de toda la plantilla.
En aquel discurso emotivo de hace menos de cinco meses, Ibrahimovic dijo a la multitud en San Siro: “Los veré si tienen suerte” y parece que la fortuna del Milan está por volver.
*Con información de Associated Press.