“Tic-tac”, así suena el reloj de James Rodríguez con cada minuto que pasa sin resolver su situación deportiva. Lo que parecía un regreso inminente a Europa, hoy se convierte en un dolor de cabeza hasta para el propio jugador, que no encuentra la manera de salir de Catar pasando por encima del contrato que tiene hasta 2024.
La decisión de aceptar una oferta desde Oriente Medio fue tomada en Colombia como la posibilidad de retomar los minutos y regresar a la Selección Colombia, algo que se cumplió al pie de la letra. Pero lo que no esperaba James era que salir de allí fuera más difícil de lo esperado, aun cuando trabaja con uno de los agentes más reconocidos en el mundo, el portugués Jorge Mendes.
El problema es que Mendes ha tenido un itinerario lleno de reuniones este mercado. De Barcelona a Lisboa y de Manchester a Milán, el representante ha cruzado todas las latitudes en el Viejo Continente buscando resolver el futuro de otros jugadores que, por obvias razones, están encima de James en la lista de prioridades.
Hasta ahora solo acercamientos como el de Valencia o Porto han llegado a cautivar la atención del colombiano, que siguió al pie de la letra las indicaciones de presentarse al Al-Rayyan y entrenar normalmente para evitar alguna demanda o ambiente hostil que dificultara su salida.
No obstante, la dirigencia del club catarí ya rebosó el vaso de la paciencia y tomó una decisión radical que se verá reflejada este miércoles en el inicio de la liga local. James lleva tiempo sin aparecer en las redes sociales del Al-Rayyan y, si el plan se sigue al pie de la letra, no lo hará tampoco en el campo de juego mientras no dé un gesto de arrepentimiento por su incesante petición de salida.
El camino fácil para los cataríes sería acordar la rescisión del contrato, pero no quieren perder la inversión que hicieron en 2021 para ficharlo procedente de un Everton en llamas por el aterrizaje de Rafa Benítez. El contrato es la mejor arma con la que cuenta el Al-Rayyan, razón por la que tiene cero afán de desprenderse del volante colombiano hasta que no llegue una oferta para la ruptura del vínculo.
Pero a James tampoco lo han dejado irse de Doha. En los últimos días reveló que la casa en la que pasó algunos días de descanso es justamente la que consiguió para su estancia en Catar, la misma que ahora le sirve como refugio mientras llega la ‘milagrosa’ oferta que, según pretende, lo llevará de regreso a Europa.
Esta semana se confirmó que el ‘10′ se encuentra en suelo catarí e incluso asiste a las oficinas del club, pues posó en una distendida foto junto a Yaser Hamed, uno de los nuevos refuerzos del Al-Rayyan para la nueva temporada. Sonriente, el colombiano señaló a su, hasta ahora, compañero de equipo, que lo etiquetó en la historia, aunque James no la compartió en sus redes sociales.
Lejos de la polémica sobre el futuro del jugador, el técnico Nicolas Córdova trabaja con lo que tiene, esperando salir a la cancha para afrontar el primer partido de la liga ante el Al-Shamal. “El comienzo siempre es difícil, pero preparamos al equipo lo mejor posible, el campamento fue bueno, la preparación física del equipo fue buena y estamos listos para ganar el primer partido”, dijo el estratega chileno en la rueda de prensa previa al debut.
Aparte de James, Córdova también perdió a Yacine Brahimi, ahora jugador del Al-Gharafa, por lo que sus aspiraciones en la presente campaña estarán enfocadas en fortalecer el proceso y confiar en el liderazgo de piezas como Steven Nzonzi y el goleador marfileño Yohan Boli.