Alberto Gamero tiene a Millonarios en lo más alto de la Liga BetPlay, todo gracias a un proceso que ya ha superado los dos años. Al técnico samario le sigue faltando el título, pero ha estado cerca con una nómina repleta de jugadores jóvenes y en reconstrucción cada que pierde a sus figuras.
Llegar al banquillo azul no fue fácil, sin embargo, tampoco lo fue llegar a ese cargo. “Dirigir a Millonarios siempre fue una obsesión mía porque jugué acá. Siempre fue un deseo y me costó mucho”, aseguró en entrevista con Win Sports.
El deseo de llegar a la capital siempre estuvo, aunque no se le dio a pesar de haber logrado títulos complicados con Boyacá Chicó y Deportes Tolima. “Traté de hacer siempre lo mejor en los diferentes equipos en donde estuve para algún día tener la oportunidad en Millonarios”, reconoció.
“Ha sido algo grande e importante para mí; mis hijas y mi señora son hinchas de Millonarios, es una responsabilidad muy grande para mí”, añadió con la ilusión de lograr un título y entrar en la historia del club de sus amores.
Para poder cumplir ese deseo, Gamero tuvo que aceptar la propuesta de construir un proyecto sin jugadores de renombre, enfocándose en la promoción de juveniles, algo que ha cumplido a cabalidad. “Me propusieron un proyecto para saber si lo aceptaba o no. Lo que ellos querían era algo diferente a lo que venía pasando desde hace mucho tiempo en el club, no traer a tanta gente y darle la posibilidad al fútbol base”, cuenta el samario.
Fue una decisión difícil, pese a su cariño por la institución, pues venía de tener un equipo consolidado como el Tolima, con figuras como Sebastián Villa, Marco Pérez, Julián Quiñones, entre otros. “Me comprometí con ese proyecto, aunque no era fácil porque jugar con jugadores jóvenes es complicado”, dijo.
“Desafortunadamente, el primer año no fue como queríamos, sin embargo, hicimos 30 puntos y ahí me di cuenta que podíamos hacer cosas importantes. Si se dan cuenta, salieron una gran cantidad de jugadores”, indicó.
Lo principal para Gamero es que los canteranos sepan la camiseta que están vistiendo. “Siempre le he pedido a los técnicos de las inferiores que le expliquen a los jugadores qué es Millonarios, quiénes han pasado por el equipo, lo que significa la hinchada y la historia. A veces he sentido temor, pero he ido perdiendo el miedo, a ellos les digo que a veces se juega bien o mal, pero siempre hay que correr y sudar la camiseta”, lanzó.
Lo que más le resaltan los propios jugadores es que tiene una idea clara y así la ha transmitido a todo el que llega o asciende desde divisiones menores. “Me gusta que el jugador ha perdido el temor, entiende que no me gusta el juego lento, no me gusta que peloteen, me gusta la presión alta, circular el balón”, explicó.
Más allá de un compromiso, el ‘Sonero’ cree que le debe una alegría a la hinchada que siempre los acompaña. “Lo que más le trabajo a ellos es que deben saber que Millonarios tiene una hinchada muy grande, no solo en Colombia sino a nivel internacional, porque cuando hemos ido por fuera hemos visto esa hinchada también”, declaró.
Gamero admite que cuando llegó le costó bastante “hacerle ver al jugador dónde estaba”, pero con ese trabajo mental ha logrado “que lo entiendan poco a poco”.
El objetivo de los embajadores es conseguir la clasificación cuanto antes y pelear nuevamente por el título que se les escapó en 2021. “Lo estamos peleando con grandes equipos como Tolima, Nacional y Junior, hoy somos primeros y tenemos una gran responsabilidad de mantenernos”, concluyó.