Ni siquiera las amenazas de la Fifa sobre posibles sanciones impidió que los jugadores de Alemania protestaran este miércoles en el debut por la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022. Después de los actos protocolarios, los once inicialistas posaron para la foto oficial con su mano sobre la boca.

Y es que Alemania ha sido uno de los países que se han mostrado en contra de tener a Catar como sede, producto de las denuncias de discriminación y violación de los derechos humanos. Incluso formaba parte de las selecciones que pretendía usar el brazalete ‘One Love’, iniciativa que fue restringida a última hora por el organismo internacional.

Manuel Neuer, capitán del conjunto germano, fue más allá y salió con un brazalete tapado por su camiseta, generando la incógnita de si se trata del ‘One Love’ u otro con algún mensaje que le podría generar multa e incluso una amonestación, algo que no pasó en la antesala al inicio del encuentro frente a Japón.

La que sí usó el polémico brazalete fue Nancy Faeser, ministra del Interior, que estuvo presente en el palco con el objeto de discordia bien visible para las cámaras fotográficas.

“No se trataba de hacer una declaración política: los derechos humanos no son negociables. Eso debería darse por sentado, pero todavía no es el caso. Por eso este mensaje es tan importante para nosotros. Negarnos el brazalete es lo mismo que negarnos una voz. Mantenemos nuestra posición”, escribió la cuenta oficial de Alemania cuando el partido ya estaba en juego. “Queríamos usar nuestro brazalete de capitán para defender los valores que tenemos en la selección de Alemania: diversidad y respeto mutuo. Junto con otras naciones, queríamos que nuestra voz se escuchara”, agrega el comunicado.

Una causa en común

La protesta antes del partido solo fue consecuencia de una intensa lucha desde Alemania por hacer visibles las causas de las personas discriminadas en territorio catarí y de paso la muerte de miles de obreros durante la construcción de los estadios para el Mundial. La atención del mundo se centró el el brazalete LGBTIQ+, sin embargo, la intención de la Mannschaft va mucho más allá de un partido de fútbol, al punto de convertirse en una iniciativa apoyada por el Gobierno de ese país.

“El objetivo del brazalete era dar ejemplo, que es lo que quería el equipo. La Fifa puso freno a esto y amenazó con sanciones. Había muy poco margen para los equipos que jugaron ayer. El brazalete es un signo de diversidad y de los valores que representamos y vivimos. Nos tratamos con mucho respeto y aprecio, pero cuando se trata de aprecio y respeto, algunos no lo ven así”, decía el técnico Hansi Flick en la antesala al partido de este miércoles.

Manuel Neuer saltando al campo antes del partido frente a Japón | Foto: REUTERS

Flick asegura que el objetivo de sus dirigidos no es herir susceptibilidades en la dirigencia de la Fifa o el comité organizador. “La selección representa lo que el brazalete envía como señal, la diversidad. Vivimos esto todos los días. Estos son nuestros valores. Estoy feliz de tener a estos jugadores en el equipo que juegan para Alemania”, completó.

Para el técnico, “las tarjetas amarillas no hubieran sido un problema”, pero la amenaza de una posible sanción terminó provocando que muchos equipos se bajaran de la iniciativa a favor de la comunicadod LGBTIQ+. “La forma en la que queda la situación abierta y la amenaza de sanciones complicó la iniciativa justo antes del primer partido de Inglaterra y también de Holanda. No hubo tiempo para reaccionar a eso, por lo que las federaciones prefirieron quitar la presión y no inmiscuir a los jugadores en eso. Creo que es una pena que ya no podamos defender los derechos humanos”, concluyó.