Michael Schumacher sufrió un accidente mientras se encontraba en los Alpes franceses disfrutando de sus vacaciones el 13 de diciembre de 2013. Desde entonces, su estado de salud -por decisión de la familia encabezada por su esposa Corrina y la agente de comunicaciones Sabine Kenh- ha sido un misterio. En privado, se mantienen los avances o retrocesos que ha tenido desde entonces el pentacampeón del mundo en su proceso de recuperación.

El accidente, junto a la decisión de la familia, generó que un sin fin de personas intentaran aportar algún tipo de información; sin embargo, a falta de unos pocos meses para cumplirse una década del suceso, el periodista de origen suizo y amigo del piloto, Roger Benoit, reveló algunas intimidades sobre su relación con él y afirmó que los pronósticos no son nada esperanzadores.

Michael Schumacher (C) de Alemania y Ferrari, Ralf Schumacher (R) de Alemania y Toyota y Nick Heidfeld de Alemania y BMW (L) asisten a una conferencia de prensa antes del Gran Premio de Europa de Fórmula Uno en 2005, en Nurburg, Alemania (foto de Andreas Rentz/Getty Images). | Foto: Getty Images/Andreas Rentz

En entrevista con el periódico Blick, de su país, el comunicador se negó a revelar información sobre el actual estado de salud y tan solo replicó algunas de las palabras que mencionó Mick Schumacher, hijo de Michael, durante una entrevista en el 2022. “Solo hay una respuesta a esa pregunta y es la que dio su hijo: ‘Daría cualquier cosa por hablar con papá’. Esta frase dice todo sobre cómo le ha ido a su padre durante más de 3.500 días. Un caso sin esperanza”.

Roger hacía referencia al mensaje de Mick, que dio a conocer en el documental que realizó Netflix, con autorización de su familia. “Papá y yo nos entendemos de una forma diferente ahora, simplemente porque hablamos un idioma similar, el idioma del automovilismo. Tenemos mucho más de qué hablar y al menos ahí es donde está mi cabeza la mayoría del tiempo. Ahí es cuando pienso, yo renunciaría a todo solo por tener eso”.

El expiloto alemán Michael Schumacher. | Foto: Getty Images

Por otro lado, el suizo contó algunas anécdotas que compartió al lado de Schumacher en compañía de otras celebridades del deporte: “Solíamos apostar en qué vuelta se retiraría el piloto de McLaren, Mika Hakkinen. Pero luego sufrió un grave accidente en Adelaida 1995. Estaba claro que necesitábamos una nueva apuesta en el paddock. Ahí apareció Schumi. Había que adivinar en qué puesto acabaría, al principio la apuesta era de 10 marcos alemanes, luego de 10 euros (...) Bernie Ecclestone, Flavio Briatore, Jean Todt y muchos otros participaban. Ecclestone siempre hacía tres o cuatro apuestas diferentes para aumentar sus posibilidades de ganar. Una vez ganó 3.500 dólares en Argentina. Luego entró en la sala de prensa con el dinero, se sentó en la mesa del frente y felizmente lo contó frente a la multitud de medios”.

Michael Schumacher y Jean Todt | Foto: Twitter: @_MSchumacher

Posteriormente, contó que en distintas ocasiones se reunía con Michael para hablar y tomarse una cerveza. “Después de las carreras, el restaurador de Fórmula 1 Karl-Heinz Zimmermann, Schumacher y yo nos sentábamos en la autocaravana de Bernie, fumábamos un puro y bebíamos una cerveza”.

Así mismo, reveló que tuvo momentos de tensión en los que se dejaron de hablar por algunas semanas. “Ambos solíamos ser tercos. No me gustaron algunas cosas y eso es lo que escribí. También eché una mirada crítica a su regreso a Mercedes en 2010. Los resultados me dieron la razón, solo subió al podio una vez cada tres años y luego fue reemplazado por Lewis Hamilton. Fue un final triste y trágico para una superestrella así”.

Michael Schumacher de Alemania y Mercedes GP Petronas aparece en la foto durante la presentación del equipo de Fórmula Uno Mercedes GP Petronas en el Museo Mercedes el 25 de enero de 2010 en Stuttgart, Alemania. (Foto de Hoch Zwei/Getty Images) | Foto: 2010 Hoch Zwei

No obstante, ambos terminaron reconciliando la amistad que tenían para el año 2011. Finalmente, cuando fue consultado sobre qué le diría a su amigo si estuviese recuperado físicamente, en broma dijo: “Le recordaría que me debe una cena (...) Probablemente, me deberá esta redención para siempre. Pero todavía le estoy agradecido porque sin él no habría perdido peso. Por cierto, esta mañana me subí a la balanza. ¡80,8! Schumi estaría orgulloso de mí”, sentenció.