Millonarios todavía no pasa la felicidad por el título de la Copa Betplay y ya tendrá que saltar al campo para enfrentar un nuevo clásico capitalino, que dará inicio al cuadrangular A del torneo local.
Los azules se metieron en las finales tras la victoria en Barrancabermeja sobre Alianza Petrolera (4-2), un resultado que los llenó de confianza para afrontar la final contra Junior y ganarla con un contundente 2-0. Ese par de resultados dejó atrás semanas de tensión en el cuadro azul, que no encontraba la manera de volver a la senda victoriosa.
Alberto Gamero y sus dirigidos fueron fuertemente criticados desde septiembre, cuando Millonarios entró en un ‘bache’ del que casi no puede salir. Incluso periodistas como Antonio Casale ventilaron discusiones dentro del equipo, haciendo aún más controversial cada resultado negativo en condición de local y visitante.
Ya con las aguas más tranquilas por la victoria en la Copa Betplay, los jugadores se permitieron salir a los medios para contar lo que sufrieron durante la crisis de resultados y contar la verdad de lo que sucedía al interior del vestuario. Andrés Llinás, indispensable en el once titular de Gamero, fue el encargado de aclarar los rumores de supuestas peleas en el camerino embajador.
“La presión estaba, sentíamos la presión y no entendíamos por qué los resultados no se nos daban con nuestra idea de juego. Pusimos la vara muy alta y no la quisimos bajar, cuando los partidos no se nos daban la presión aumenta, estábamos cerca de hacer un papelón”, admitió Llinás en entrevista con ESPN.
El defensor bogotano niega que existieran peleas en el vestuario, pero admite que hubo situaciones tensas como consecuencia de los errores individuales que le estaban costando la clasificación. “Tuvimos conversaciones entre nosotros, pero nunca de la manera que la gente dijo, que supuestamente el grupo se había separado o peleas internas”, manifestó.
Los miembros de la plantilla se sentaron a hablar y cada uno aceptó “sus errores”, buscando la manera de revertir la situación. “Fuimos muy claros en que no bastaba solo con jugar bien y ser superiores, sino que importaban los puntos. Nunca llegamos a pelear”, reiteró.
Esa unión de grupo fue la que terminó generando la recuperación justo a tiempo para la final contra Junior, que además representa sacarse un peso de encima para el cuerpo técnico y los jugadores. “Siento que la felicidad de por fin salir campeón fue un peso que me quité de encima porque internamente lo tenía como un sueño que venía siendo esquivo, llegábamos cerca, con penales decisivos que no entraban, hasta que en este partido que por fin cambió todo”, afirmó Llinás.
Pero la celebración no les puede quitar responsabilidad de unos cuadrangulares que se antojan parejos, en los que cualquier error puede salir demasiado caro, recordando lo que sucedió hace unas semanas atrás, cuando Santa Fe remontó en 10 minutos un clásico que Millonarios ya tenía en el bolsillo.
Justamente los cardenales serán el rival a vencer este domingo, en medio de un clima inmejorable con ‘El Campín’ a reventar. “Jugar un clásico para nosotros los jugadores es muy diferente, el equipo que más haga puntos en Bogotá seguramente avanzará”, analizó el defensor central.
“La idea es seguir viendo el mismo Millonarios, un equipo que sale a buscar los partidos, que sale a ganar, el título no va a cambiar nuestra idea de jugar, simplemente nos hace creer más en la idea y que estemos más fuertes de cara a los cuadrangulares”, completó.
El duelo entre azules y rojos será este domingo 6 de noviembre desde las 4:00 de la tarde con Millonarios oficiando como local.