Después del pálido empate frente a Once Caldas y una semana de descanso por el aplazamiento del juego ante Águilas Doradas, Atlético Nacional vuelve al ruedo con un examen de peso frente a América de Cali por la ronda de octavos de final de la Copa BetPlay.
El cuadro verdolaga, que hace unos días designó a William Amaral como técnico en propiedad, busca volver a la senda victoriosa tras el ‘baño de agua fría’ que significó la final perdida ante Millonarios el mes pasado.
De momento, aquella derrota en ‘El Campín’ ha provocado la salida del entrenador Paulo Autuori y tres jugadores de renombre en el vestuario como Jarlan Barrera, Danovis Banguero y Yerson Candelo, quiénes fueron descartados específicamente por la junta directiva.
Sumado a eso, el cuadro verdolaga está a punto de concretar la venta de Sebastián Gómez al fútbol brasileño, otra baja que seguramente impactará en la planificación de un semestre en el que, además de los dos torneos locales, tendrá que verse las caras con Racing por los octavos de final de la Copa Libertadores.
Las últimas decisiones tomadas por la dirigencia han provocado otra ola de críticas desde la hinchada, que se rehusa a comprar los abonos hasta no ver que haya una inversión sería para reforzar la plantilla.
Hasta ahora el mercado de fichajes de Nacional se resume en la llegada del argentino Maximiliano Cantera y el venezolano Eric Ramírez, además del regreso de Neyder Moreno, que se encontraba a préstamo en Independiente Santa Fe.
Lo curioso es que ninguno de esos refuerzos fueron petición de Amaral, que confesó en rueda de prensa su molestia por la política que han implementado los dueños del equipo. “Nacional está cambiando, el club está realizando una gestión más empresarial. El proceso de reclutamiento, de salidas y de entradas, pasa primero por un filtro en la administración del club; entonces no tendría información de jugadores que vayan a salir, de los que vayan a venir”, dijo antes del juego frente a América.
Amaral considera que es un error seguir dejando salir jugadores en pleno campeonato, cuando la serie de Libertadores está a la vuelta de la esquina y la planificación está sujeta a cambios imposibles de controlar para el cuerpo técnico. “Yo le preguntaba hace poco a Esteban (Escobar), nuestro director deportivo, que cuándo termina la entrada y salida de jugadores. Él me dijo que estaba constantemente abierto; así que le dije que no podía ser, no es bueno para el equipo”, declaró.
“Si cada vez hay cambios, será extremadamente difícil conseguir la estabilidad. Y solo la estabilización de los factores va a elevar el nivel de rendimiento”, apuntó.
Ante América será una prueba de fuego a los conceptos que apenas se están tratando de instalar tras la salida de Autuori. “Es un gran club. Es un clásico. Son partidos bonitos que hay en Colombia. América tiene un entrenador que conocemos bastante bien. En lo poco que analizamos ante Tolima son pocas las imágenes y pienso que lo tenemos bien preparado el partido. El equipo ya está preparado para hacer un buen partido”, dijo el entrenador brasileño.
Amaral reconoce la presión que implica estar al frente del equipo con más títulos en el fútbol colombiano. “Antes defendíamos bien y ahora vamos a mejor en lo ofensivo. En el poco tiempo que tenemos en Colombia entiendo el contexto y el contexto es que estamos en el club más grande de Colombia. Tengo que tener el balón, jugar en campo contrario, presionar. Tengo que buscar la portería contraria siempre”, dijo.
Cantera será uno de los debutantes para ocupar el lugar que, probablemente, quedará vacío tras la salida de Sebastián Gómez. “Es un jugador hecho en casa. Tiene el timbre de Nacional. Es difícil de suplirlo, podemos firmar otros jugadores con la energía que desea el club. La baja de Sebastián es difícil por lo que representa para el club”, finalizó.