Los 90 minutos en el estadio Maracaná se cumplieron y Argentina resultó ganadora de esta nueva edición de la Conmebol Copa América celebrada en Brasil.
Con un marcador de 1 - 0, la selección de Lionel Messi se quedó con el triunfo, convirtiéndose en el primero del astro argentino con su selección, un título anhelado por el jugador, sus seguidores, los argentinos y la mayoría de los aficionados del fútbol.
El extremo Ángel Di María bañó al portero Ederson, en el minuto 22, luego de recibir un pase lejano de Rodrigo de Paul y le dio el primer título a la albiceleste en 28 años, tras el conseguido en la Copa América de Ecuador-1993.
Aunque no pudo marcar en el templo carioca, Messi, con 34 años, por fin obtuvo una alegría con la selección absoluta después de haber perdido tres finales de Copa América (2007, 2015, 2016) y el Mundial de 2014.
Ahora alza el trofeo en el torneo en el que posiblemente tuvo su mejor desempeño, terminando goleador con cuatro anotaciones, una distinción que comparte con el colombiano Luis Díaz, y máximo asistidor (5).
Con el triunfo ante un puñado de centenares de asistentes, tras la aprobación a última hora para que ingresara público, Argentina igualó a Uruguay, con quince títulos, en la punta de las selecciones más ganadoras de la competición sudamericana.
La alegría de La Pulga fue, sin embargo, la tristeza de su amigo ‘Ney’, ausente por lesión de la competición de 2019, en la que Brasil ganó su novena copa.
Di María, una de las figuras del partido
Al gol, Di María sumó la entrega de siempre, corriendo por la derecha siempre y buscando a su amigo Messi que tiene la Copa que tanto necesitaba, pero que en la final brilló menos que en el resto del torneo.
Con un Brasil muy entreverado, con pocas ideas en ataque y sorprendentes fallos en defensa, una de las fortalezas de los de Tite, el ‘Fideo’ dribló y metió un pase a ‘Leo’ que quedó en nada por una frenada providencial de la defensa de la ‘Canarinha’.
Como Messi, Di María tenia como cuenta pendiente ganar un título. Llegó a la definición del sábado en Maracaná con tres finales perdidas, dos de Copa América, en Chile-2015 y Estados Unidos-2016 y la más dolorosa, la del Mundial de Brasil-2014 en el Maracaná contra Alemania.
En el templo del fútbol brasileño, Di María dejó el campo cuando faltaban diez minutos para el final.
El volante del París Saint Germain entregó todo lo que su físico pudo dar y a sus 33 años salió del campo ovacionado por más de mil hinchas argentinos que tuvieron el privilegio de acompañar la final, que tuvo tribunas semidesiertas a causa de la pandemia.
El final, vuelo con los brazos abiertos desde el banco de suplentes al costado del campo para el abrazo eterno de un plantel que cumplió, le dio el primer titulo a Messi con su Argentina y pagó las deudas del pasado.