“Más fuerte juntos” y “Mundos que compartimos”. El mensaje de los Juegos Olímpicos se impuso en la ceremonia de clausura de las justas deportivas más atípicas de la historia, que cambió el público por los robots y que requirió una burbuja para la protección de los deportistas por la pandemia de covid-19.
Se desarrolló en el nuevo estadio Olímpico de Tokio, ubicado en la región de Kasumigaoka, Shinjuku, dentro de la capital nipona, con capacidad para 60.000 personas. Antes del inicio de la ceremonia de clausura, alrededor de 30 manifestantes se enfrentaron con la Policía en las inmediaciones del recinto.
Adentro sonó el himno nacional de Japón, entonado por Takarazuka Revue, una compañía de teatro musical con más de 100 años de historia.
Cerca de 4.000 atletas ingresaron al escenario deportivo para despedir los 17 días de competencia. Primero se le rindió homenaje a los héroes de la pandemia y luego ingresaron los deportistas portadores de las banderas a desfilar junto la llama olímpica sin un orden específico. Sin embargo, 62 de las naciones participantes no estuvieron representadas por sus atletas. Por Colombia, Íngrit Valencia portó el tricolor nacional.
Un video muy emotivo para todas las delegaciones resumió los momentos más importantes de la competencia en todas las disciplinas deportivas.
Luego del desfile de alegría, las luces del estadio se apagaron y los colores y las chispas de fuego iluminaron para formar los collares de la luz o anillos olímpicos, un espectacular holograma en medio de fuegos pirotécnicos: “Cada partícula de luz se une para formar los anillos olímpicos, un símbolo atemporal de unidad mundial que reúne a millones en una celebración compartida”, explicaron los organizadores.
La música también dijo presente. El cierre oficial de los Juegos contó con la participación de bandas de ska y ciclistas de BMX Freestyle que hicieron su presentación al ritmo de saxofones, trompetas, guitarras eléctricas y batería. Un show de breakdance mientras sonaba el himno a la alegría de Beethoven en una versión más moderna y posteriormente el himno y la izada de la bandera de Grecia, país en el que nacieron los Juegos Olímpicos.
En la ceremonia se hizo la premiación de los competidores en femenino y masculino de la maratón. Kipchoge, que repitió medalla olímpica se robó todas las miradas. El himno de Kenia se entonó en los dos podios.
Hubo bailes tradicionales de Japón, como aquella danza popular del pueblo Ainu y los tradicionales Ryukyu Eisa, Nishimonai Bon Odori y Gujo Odori. Se proyectó un video con festivales tradicionales y hermosos paisajes. El segmento finalizó con una nueva versión de la música popular Tokyo Ondo.
Durante la gala, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, recibió la bandera olímpica de manos de la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, y del presidente del COI (Comité Olímpico Internacional), Thomas Bach. Todo culminó con los atletas dándoles las gracias a los tokiotas a través de gestos de corazón con las manos, además del “arigato” en letras relucientes ubicadas al lado y lado del escenario deportivo en la parte alta.
Cabe resaltar que fueron homenajeados los más de 50 mil voluntarios que hicieron posible la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio. Las caras de dichos voluntarios fueron proyectadas alrededor del estadio olímpico valorando a aquellas personas que regalaron su tiempo y labor para hacer los Juegos posibles en un año inusual.
Ahora el olímpico lo tiene Francia, Una fiesta popular con exhibición de breakdance frente a la torre Eiffel. Desde un astronauta tocando acordes de La Marsellesa con un saxofón en el espacio y muchos jóvenes en los populares techos de la ciudad de París que lanzó un mensaje universal de esperanza y vitalidad ante la perspectiva de los próximos Juegos de Verano. Los festejos, en los que participaron medallistas franceses, se desarrollaron en la Plaza de Trocadero. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París habían previsto izar una bandera gigante en la torre Eiffel, pero las “condiciones meteorológicas no permiten hacerlo”, informaron.
Más rápido, más alto, más fuerte, juntos”: el nuevo lema olímpico, en labios del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, daba solemnidad en el video, desde el último piso de esa torre Eiffel, a la bienvenida de Francia a los que serán los terceros Juegos Olímpicos de su historia.
El pebetero olímpico se apagó en la capital japonesa después de haberse encendido el pasado 23 de julio, en una secuencia artística de una decena de minutos, que incluye una parte de la música compuesta por el artista Woodkid, selló el relevo de Tokio a París.